Viernes, 29 de Marzo de 2024

Inyecciones de acción prolongada se vuelven aliadas de pacientes crónicos

ChileEl Mercurio, Chile 13 de julio de 2018

Un pinchazo cada uno o dos meses evita tomar al menos 30 píldoras diarias. Ya existen o se están probando para migraña, esquizofrenia, VIH y otros cuadros.

Hace dos años, Emma Lara comenzó a tomar una pastilla diaria para prevenir las cinco jaquecas que en promedio sufría al mes. La pastilla logró reducir la frecuencia de los episodios, pero hasta hoy Emma recuerda la ocasión en que pasó cinco días sin comprar una nueva caja. "!Terminé en Urgencia con una jaqueca que sentía que me moría¡". Nunca más se saltó una dosis, pese a que encontrar el fármaco en Iquique, donde vive, no es fácil.

Para quienes tienen una enfermedad crónica, tomar a diario uno o más fármacos no siempre es fácil. Olvidos, efectos adversos, difícil acceso o cansancio son solo algunas de las razones que dificultan adherir a terapias, con la consiguiente reducción en su efectividad y riesgos para la salud.

Para mejorar esta situación, en los últimos años ha aumentado la investigación y oferta de fármacos inyectables que se ponen cada uno, dos y hasta tres meses, en reemplazo de las pastillas diarias. Durante ese lapso, el principio activo se va liberando lenta y gradualmente, en muchos casos con menos efectos adversos y mejor tolerancia que las drogas orales.

Hace unas semanas se aprobó en EE.UU. y Europa Aimovig (erenumab), un fármaco autoinyectable que se pone cada 30 días para prevenir la migraña en adultos que -como Emma- sufren episodios al menos cuatro días al mes.

"La idea es bajar el número de crisis y hacerlas más leves, especialmente cuando hay un gran compromiso en su calidad de vida y no responden a los fármacos orales", dice la doctora María Loreto Cid, coordinadora del Grupo de Cefaleas de la Sociedad de Neurología, Psiquiatría y Neurocirugía (Sonepsyn). Por el momento el fármaco no está en Chile y su precio ($370 mil al mes) es una limitante para su uso. Pero, añade Cid, existen al menos otros tres laboratorios desarrollando sus versiones, lo que a futuro podría hacer bajar el precio.

Para quienes tienen colesterol alto, a fines de 2017 se aprobó evolocumab (Repatha), una inyección mensual o cada dos semanas que reduce el riesgo de infarto cardíaco en 27% y de accidente cerebrovascular en 21%.

En estudio se encuentran otras inyecciones de acción prolongada, como una combinación de los antirretrovirales cabotegravir y rilpivirina para pacientes con VIH, que se aplicaría cada cuatro u ocho semanas.

Usos en psiquiatría

"Pero el área donde más se han desarrollado es en la psiquiatría, donde la adherencia a los fármacos es más compleja, por lo que suministrar una dosis mensual permite estabilizar y evitar recaídas", destaca Luis Quiñones, académico del Departamento de Oncología Básico-Clínico de la Facultad de Medicina de la U. de Chile.

Este mes se aprobó en EE.UU. aripiprazole lauroxil (Aristada Initio), un antipsicótico para esquizofrenia que se puede aplicar cada 6 u 8 semanas.

En abril se aprobó en Chile el palmitato de paliperidona, otro antipsicótico para este cuadro, disponible en inyección mensual (Invega Sustenna). "En personas con esquizofrenia, donde hay una desorganización de la realidad, las posibilidades de olvidar una dosis son altas", dice el doctor Eduardo Durán, profesor de Psiquiatría de la Facultad de Medicina de la U. de Chile, quien ha indicado la inyección a una docena de pacientes, que se han mantenido estables. "Esto facilita implementar programas de rehabilitación, mejora la integración social y reduce las hospitalizaciones, con el consiguiente ahorro para el sistema de salud", destaca.

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