El dólar amagó escaparse, pero le marcaron la cancha

La hipótesis que maneja la nueva conducción del Banco Central (BCRA), que identificó los pesos colocados en Lebac como principales alimentadores de la corrida cambiaria, pareció ganar más razonabilidad ayer, cuando el dólar arrancó cotizando con marcada tendencia alcista, justamente el día después de un nuevo "supermartes" que soltó al mercado unos $152.000 millones.
El diagnóstico parece además acertado si se observa la recuperación que mostró ayer la demanda de la divisa. El volumen operado de contado, que venía promediando US$505 millones en las dos ruedas previas, escaló hasta los US$800 millones, un aumento del 58%.
Para evitar que esa tendencia al nuevo desbalance hacia la demanda incidiera a pleno sobre el precio del billete, la banca pública se colocó del lado vendedor del mostrador e hizo un aporte estimado por los operadores en US$250 millones para reequilibrar el mercado.
Eso permitió que el precio de venta mayorista del dólar, que venía de cerrar a $27,55 y había llegado a negociarse a $27,745 poco después del mediodía, descomprimiera hasta quedar a un promedio de $27,60.
Pero a la vez no impidió que el dólar cerrara en alza por cuarta rueda consecutiva (a nivel minorista subió de $28,16 a $28,32, es decir, 16 centavos o 0,58%), aunque manteniendo el ritmo de deslizamiento de las ruedas previas, que fue precisamente lo que intentó la intervención oficial.
De esta manera, la divisa ya acumula un rebote de 40 centavos (o 1,42%) desde los mínimos de $27,92 al público y $27,23 para los grandes negocios que tocó hace una semana.
"El mercado abrió más tomador y el empuje extra de la demanda solo encontró oferta en cantidad en torno a máximos de la rueda, de $27,70 por parte del Banco Nación", describió el analista Agustín Álvarez, de GlobalAgro. "Las ventas oficiales aparecieron incluso antes de la tradicional subasta de US$100 millones del Tesoro, y de ellas también participó el Banco Ciudad, haciendo retroceder al billete hasta $27,63, aunque el Nación fijó su cierre a $27,598", reportó Fernando Izzo, de ABC, Mercado de Cambios.
Un delicado equilibrio
Por lo pronto, la reacción del mercado confirma el fino equilibrio en que se mueve tras la corrida y los esfuerzos monetarios para frenarla.
"La sensación es que cada punto de baja en la tasa es en el margen un incentivo a dolarizar portafolios", juzgó en un informe Pablo Waldman, director de Estrategia Financiera de INTL FCStone Argentina, en alusión al ajuste leve realizado por el BCRA, que bajó el rendimiento de la Lebac corta de 47% a 46,50% anual.
El que se mantuvo al margen del remezón que registró la plaza de contado fue el mercado de futuros, que cerró con variaciones neutras, es decir, sin acompañar la tendencia alcista del billete en el mercado spot, lo que demostraría que los operadores juzgan este reacomodamiento como circunstancial y relacionado con la expansión monetaria derivada de la subasta de Lebac.
"Los contratos se volvieron a negociar muy concentrados en los plazos más cortos (67% se pactó para fin de mes y fin de agosto), pero más ofrecidos que la divisa de contado, con tasas implícitas que se ubicaron unos 100 puntos por debajo de la previa en toda la curva", explicaron a LA NACION operadores de ese mercado.
Menor demanda de crédito
Los bancos percibieron una significativa reducción de la demanda crediticia a nivel general (-29,2% interanual) en el segundo trimestre del año y esperan que ese sesgo se mantenga durante el tercero por los aumentos registrados en las tasas de interés. Entre las empresas suponen que la caída en la demanda sea mayor entre las grandes empresas. En el caso de los préstamos a las familias creen que habrá menos pedidos para todas las líneas, pero que la baja más significativa se dará en los hipotecarios, según la Encuesta de Condiciones Crediticias realizada por el BCRA.