Martes, 23 de Abril de 2024

"Deseo servir a Puerto Rico"

Puerto RicoEl Nuevo Dia, Puerto Rico 12 de agosto de 2018

La vocación del periodismo le llegó temprano en su juventud, y describe como "un acto de Dios" su arribo a la televisión

La vocación del periodismo le llegó temprano en su juventud, y describe como "un acto de Dios" su arribo a la televisión.
Ahora, cumplidos 42 años de aquel encuentro con la pantalla chica, para José Enrique "Kike" Cruz Díaz, director y vicepresidente del Departamento de Noticias de Wapa TV, su reciente retiro no es más que el inicio de una nueva vida de cara a grandes proyectos por realizar. La huella que Cruz deja en la historia del periodismo electrónico en Puerto Rico sin duda es indeleble.
Laboró ante las cámaras por suficiente tiempo como para ganarse el cariño, reconocimiento y respeto del público televidente, que rápido quedó prendado de ese joven de ojos azules, bigote espeso, voz cálida y excelente dicción que informaba del acontecer noticioso. Ese tiempo ante las cámaras y, sobre todo, la impresión que dejó por su profesionalismo, permitió que, al darse su transición a dirigir el Departamento de Noticias de Wapa TV, el público no lo olvidara.
Pero llegó el momento no de retirarse, asegura, sino de emprender nuevos rumbos, más a su ritmo. Dueño de su tiempo, este pilar de la radio y de la televisión puertorriqueña se dispone a recorrer Europa con su familia, terminar un libro, ejercer como educador en universidades, pasar más tiempo en su casa de Orocovis, el pueblo que lo vio nacer, y "hablar libremente de lo que me plazca".
"Soy un pez libre, puedo decir lo que quiera, opinar. No tengo que abstenerme de emitir juicios, comentarios ni sugerencias porque me siento un ser sin ataduras. He tratado a todo el mundo y a figuras de los partidos políticos de forma correcta, con profesionalismo, seriedad y honestidad. No creo que tenga enemigos, todo lo contrario, he demostrado a través de mi carrera que uno puede ser lo más objetivo que se pueda. No totalmente, porque no somos seres objetivos. Tenemos nuestros gustos, debilidades, diferencias, opiniones que es lo más importante para todo periodista, como para todo profesional de este negocio y medio de comunicación", sostuvo el comunicador que en diciembre cumple 61 años.
Aunque se despidió del público y su gran familia de Wapa el pasado 29 de julio, día en que nombraron en su honor la sala de redacción, no será hasta principios del 2019 que se dará oficialmente el pase de batón entre Kike y su sucesor, Alex Delgado.
"Tengo una responsabilidad con Wapa. Hemos llegado a unos acuerdos que me unen y me atan al canal por un tiempo adicional que tengo que respetar".
¿Qué pasa en tu interior en momentos de tu partida?
—Durante estos últimos meses me ha entrado un poco de nostalgia, de tristeza, no es fácil tomar la decisión que tomé libre y voluntariamente, porque a mí nadie me obligó. Decidí que tenía que hacer un alto en mi carrera, que ya mi tiempo aquí había pasado. Me voy de Wapa, pero no me jubilo. Tengo muchos planes que quiero ejecutar en los próximos años. De momento voy a visitar España y otro país de Europa. Quiero descansar y, a partir de enero, me dispongo a desarrollar una serie de ideas y de propuestas porque, para mi sorpresa, me han salido hasta ofertas de trabajo… No deja de ser un proceso triste, un proceso melancólico. Los otros días me pongo a ver todas esas fotos que están en el pasillo del canal y nunca me había pasado que me detengo a verlas y se me salieron las lágrimas. No va a ser fácil y probablemente, como vivo cerca del canal, un día entre sin darme cuenta, pero no tengo dudas que los guardias me dejen pasar.
¿Cómo tomaron la decisión tu esposa Ligia Serrallés y tus hijos María Margarita, José Enrique y Jorge Juan?
—En mi casa, mis hijos y mi mujer están histéricos, no querían que me fuera. Me preguntan: "Papá, ¿pero qué vas a hacer? Te vas a aburrir, papá, es que no te veo haciendo nada". Mucha gente ve el retiro como que me voy a quedar en casa sembrando matitas, pues no. Esta etapa terminó, pero voy a hacer muchas cosas. Lo primero que quiero es descansar, desconectarme, y en enero bregaremos.
¿Cómo resumes tu trayecto hasta llegar a ser director del Departamento de Noticias?
—Llegar a la televisión fue un acto de Dios porque yo nunca busqué trabajar en la televisión. Era feliz en la radio. Me llaman un día para una posición en Wapa. Hago una prueba y desafortunadamente inicia una huelga de los empleados al día siguiente que duró unos 33 días. Me olvidé del asunto, y tan pronto terminó la huelga me llama Evelio Otero (primer ancla de la televisión local), me reúno con el gerente de la emisora, en aquel momento Héctor Modesti, y al otro día empecé a trabajar. Luego surge la oportunidad de escalar a subdirector de Noticias donde estuve unos cuantos años, y pasé a ser director hasta el sol de hoy.
¿Cuáles ha sido las coberturas que han tenido más relevancia en tu carrera?
—Sin lugar a dudas, la más impactante ha sido la del huracán María. Nunca en mi vida profesional imaginé que me enfrentaría a un evento como este. Recuerdo también cuando cubrí la masacre en Guyana del pastor Jim Jones, que llevó a la secta religiosa que dirigía a un suicidio colectivo; lo que viví ahí fue impresionante. Tuve la oportunidad de trabajar junto a la gente de ABC News en esa época. Como no había la tecnología de hoy día, los canales americanos venían a San Juan para usarlo como base para transmitir noticias de Latinoamérica, usaban mucho el satélite de Wapa. Otro momento importante fue la llegada del papa Juan Pablo II a Puerto Rico (1984). Fui productor general de la cobertura, y si no me equivoco, fue la primera vez en la historia que se unieron todos los programas de televisión en una cadena nacional.
Entonces, ¿cómo ves el periodismo que se hace en la isla?
—Nos podemos sentir orgullosos como país de la calidad profesional de los diferentes medios. Especialmente esta generación de periodistas jóvenes que están surgiendo, supercapacitados, cultos, inteligentes, gente entregada, comprometida, que no tiene agendas particulares más allá de querer informar correctamente.
¿Qué debe tener un buen reportero?
—Les sugiero que para ser uno más completo se metan en la cabina de máster control, en ingeniería, producción, en los estudios donde se hacen los "shows", para que vea desde abajo cómo se hace la verdadera televisión, porque no es llegar a sentarte en un escritorio a escribir una nota y después editarla. No olviden que ser reportero de televisión, en mi opinión, es la parte más difícil de la televisión, pues tienes que ser más o menos un buen actor, más o menos un buen locutor, más o menos un buen periodista; esos tres factores es lo que entiendo debe tener un buen reportero. La televisión tiene su truco porque la pantalla es fría y el talento tiene que desarrollar esa habilidad para trascender la pantalla, para que el televidente te reciba. Hay gente "flat" que no traspasa; el truco está en la genialidad, la grandeza que proyecten. Hay que trabajar todo eso para caer bien, para que te crean, para que te perciban como una persona en la cual la gente pueda confiar.
Cuando llegaste a la televisión tenías pinta de galán, ¿consideras que te sirvió también para trascender en la pantalla?
Kike se sonroja y afirma que nunca se consideró galán, solo "un muchachito flaco". Entonces decide compartir con este diario una anécdota muy bien guardada.
—Ya trabajaba en las empresas El Mundo (WKAQ y 11Q) cuando un día me cruzo en uno de los ascensores con doña Esther Palés, la directora por excelencia de telenovelas. Me pregunta que en dónde trabajaba y le respondí que en radio. Entonces me dice: "¿Por qué no pasas por mi oficina para hacerte una prueba?". Me quedé frío porque nunca me visualicé como actor y les tengo mucho respeto a los actores puertorriqueños que son muy buenos.
¿Asignaturas pendientes?
—Voy a ver si puedo terminar un libro que varias veces he estado a punto de sacar y después me arrepiento. Es un libro sobre mis vivencias en la televisión y quiero también hacer trabajo voluntario cívico, dedicarle tiempo a una ONG (organización no gubernamental). Ya tengo identificada una que quiere que trabaje con ellos y creo voy a buscar otra. Deseo servir a Puerto Rico, cosa que no he podido hacer por mis compromisos con el canal en todo este tiempo. Humildemente quiero hacer un trabajo voluntario en la medida que pueda. Esa es mi primera meta para esta etapa. Tengo otros planes. El problema es que aquí hay que ser muy cuidadoso porque te ponen una etiqueta política por cualquier cosa. En esta etapa de mi vida no me interesa la política partidista. Creo que Puerto Rico necesita ir un poco más allá, trascender el fanatismo político. No quiero pasar por esos dolores de cabeza.
¿Tienes delineados los cursos que darías en las universidades?
—Tengo dos universidades interesadas en que dé uno que otro curso que diseñé cuando di clases en la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, durante un año. Tengo un seminario sobre producción en noticiarios de televisión y, ahora que tengo más experiencia en la tecnología, cambia la manera de informar, pero el periodismo sigue siendo el mismo. La mayor preocupación durante todo este tiempo ha sido ver a estos estudiantes recién graduados de la universidad que llegan perdidos porque no saben con lo que se van a enfrentar, y creo que puedo contribuir en algo.
¿Qué cosas mejorarías en los medios?
—Si yo fuera dueño de uno de estos canales en Puerto Rico, le daría más recursos al Departamento de Noticias, tanto desde el punto de vista de recursos humanos como de tecnología. Invertiría más en el Departamento de Noticias. Claro, ellos administran un negocio que tiene otras áreas como el entretenimiento y entienden que tienen que diversificarse.
Durante tu cargo como director te nombraron presidente de Alianza Informativa Latinoamericana, el grupo de canales de Latinoamérica.
—Esa ha sido una de las satisfacciones más grandes que he tenido en este negocio; haber logrado la integración nuestra a este grupo de canales que hoy por hoy se ha convertido en la fuente de vídeos y de reportajes de televisión más importante de Latinoamérica y a nivel internacional está penetrando en Europa. Es una organización que se nutre del trabajo de 22 canales en 22 países latinoamericanos. Hemos logrado que se respete el nombre de Puerto Rico y el de Wapa TV al mismo nivel de TV Azteca de México, Telefé de Argentina o de Caracol Colombia. He estado en la Junta de Directores por los pasados años, y siento la satisfacción de que en la última asamblea que se celebró hace cuatro meses en Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia, les anuncié que me retiraba de Wapa y ellos aprobaron una resolución para hacerme miembro honorario permanente de la organización.
¿Satisfacciones que te llevas?
—Muchas; especialmente la satisfacción de haber contribuido al desarrollo profesional de mucha gente buena, compañeros a los que le estoy agradecido infinitamente porque estos 42 años han sido el viaje más maravilloso que he realizado. No recuerdo nada malo, a los compañeros que me han ayudado a ser feliz durante tantos años, sepan que jamás los voy a olvidar.




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