Jueves, 25 de Abril de 2024

La ‘enfermedad del beso’ que padece el ciclista Esteban Chaves

ColombiaEl Tiempo, Colombia 13 de agosto de 2018

Redacción salud el tiempo @SaludET
Los seguidores del ciclista colombiano Esteban Chaves, de 28 años, recibieron una mala noticia la semana pasada: el ‘Chavito’ fue diagnosticado con mononucleosis y, por tanto, estará fuera de competencia

Redacción salud el tiempo @SaludET
Los seguidores del ciclista colombiano Esteban Chaves, de 28 años, recibieron una mala noticia la semana pasada: el ‘Chavito’ fue diagnosticado con mononucleosis y, por tanto, estará fuera de competencia. Una enfermedad con un nombre extraño y que, a simple vista, suena muy mal. Pero realmente se trata de una enfermedad más común de lo que se podría imaginar. "Después de pruebas exhaustivas, a Esteban le diagnosticaron el virus de Epstein-Barr y un proceso de sinusitis crónica. Epstein-Barr no es un virus nuevo ni poco común, pero en las pruebas de Esteban demostró que estaba ganando fuerza y atacando cuando su sistema inmune estaba deprimido o en tiempos de fatiga; y, obviamente, mucho más en carreras o períodos de entrenamiento de alta intensidad. Eso probablemente permitió la introducción de otros virus en su cuerpo", explicó Manuel Rodríguez, médico del equipo Mitchelton, al que pertenece el joven deportista bogotano. Rodríguez informó también que el ‘Chavito’, como es conocido, fue autorizado para una "cirugía menor" y que se espera el éxito de los tratamientos para que regrese pronto a las carreras. Vale recordar que, en abril pasado, el hermano de la también ciclista Mariana Pajón, Miguel, informó que ella "estaba padeciendo una posible enfermedad infecciosa-viral llamada mononucleosis". Sin embargo, nunca se confirmó el diagnóstico. ¿De qué se trata la mononucleosis? "Es una infección causada, por lo general, por el virus de Epstein-Barr. El virus se disemina a través de la saliva, por lo que a veces se la llama ‘enfermedad del beso’. Ocurre con mayor frecuencia en adolescentes y adultos jóvenes. Sin embargo, se puede tener a cualquier edad", define la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos. Es así como los besos, compartir con otras personas los cubiertos propios y elementos de aseo y en general, así como el intercambio de secreciones de la boca , especialmente la saliva, son las principales vías de transmisión de dicho virus. De acuerdo con el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), es un mal difícil de caracterizar porque se comporta como una virosis. Y muchas veces puede parecer también una faringoamigdalitis con fiebre, malestar general y dolores musculares. Y cuando tiene un curso dolente constante puede desarrollar un síndrome de fatiga crónica. Los otros síntomas más comunes son hemorragias nasales, dolor de cabeza, fatiga, ganglios inflamados y sinusitis. Hay que decir, en todo caso, que estos síntomas se hacen visibles solo en una de cada cuatro personas que adquieren el virus. ¿Cómo actúa el virus? El virus penetra en las células de la faringe, después infecta los linfocitos B, que se encargan de las defensas, y luego se disemina por todo el organismo, incluidos los músculos y otros tejidos blandos, lo que se traduce en cansancio y fatiga. Paralelamente, el cuerpo reacciona y fabrica hormonas de defensa para lo que utiliza toda su energía y aumenta la producción de otro ejército de células de defensa que van a domiciliarse en los ganglios y por eso se agrandan. Se desarrolla una ‘pelea’ hasta que el virus es controlado por las defensas del cuerpo. Sin embargo, desde la primera infección, el virus puede quedarse agazapado para siempre en unas células de defensa y en otras de la garganta y aprovecha la oportunidad para, en cualquier momento en que las defensas del cuerpo se bajen drásticamente, volver a ponerse en escena con una reactivación de la enfermedad; cosa que, afortunadamente, ocurrepocas veces. ¿Cómo se diagnostica? El diagnóstico se realiza por el cuadro clínico y por las alteraciones en la sangre. Cuando se presentan los síntomas, un examen de sangre puede mostrar aumento de leucocitos (glóbulos blancos de defensas). También puede darse una elevación moderada de transaminasas, que son unas sustancias que se producen en el hígado y por supuesto hay anticuerpos específicos contra el virus del Epstein-Barr (VEB), lo que confirma el diagnóstico. Hay que decir que estos estudios son necesarios para diferenciar esta enfermedad de otras que pueden cursar de manera similar, pero que son producidas por otros agentes como citomegalovirus, toxoplasma gondii, virus de la hepatitis y virus del sida, entre otros. Hay que prevenir La principal medida de prevención se centra en evitar el contacto con la saliva de las personas que hayan sido diagnosticadas con la enfermedad. En este caso hay que extremar el cuidado y evitar el contacto cercano de personas con defensas bajas, pacientes trasplantados o embarazadas. Tampoco se recomienda la donación de sangre durante la fase de infección, y, en el caso de los niños, no deberán acudir al colegio durante la fase aguda de la enfermedad.
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