Viernes, 29 de Marzo de 2024

Los intocables organismos internacionales

ChileEl Mercurio, Chile 18 de agosto de 2018

Chile no puede seguir vacilando y debe retirarse de Unasur.

Una excelente oportunidad tiene América Latina para racionalizar sus organismos regionales, suprimir varios, reducir sus aportes y los privilegios de los burócratas internacionales.
Terminar con Unasur es importante, buen punto de partida. La preside Evo Morales. Fue creada por Chávez, Lula y Kirchner para extender su poder, excluir a México, Canadá y a Estados Unidos, y para servirles de refugio al final de sus mandatos.
Así, el ex presidente argentino Néstor Kirchner fue el primer secretario general de Unasur. Sigue presente con estatua en la sede en Ecuador. El Congreso ecuatoriano pidió la remoción del monumento y la devolución de su edificio, de un costo de US$ 40 millones, hoy vacío, donado por Rafael Correa, prófugo en Bélgica.
El último secretario general fue otro ex presidente: el colombiano Ernesto Samper, cercano a Nicolás Maduro y acusado de ser financiado por el Cartel de Medellín. Su visa para entrar a Estados Unidos le fue cancelada.
Desde hace cerca de dos años la secretaría general está acéfala y se han suspendido sine die las cumbres presidenciales y ministeriales.
Unasur le ha costado a Chile más de US$ 7 millones. US$ 800 mil anuales es nuestra cuota básica. Con Michelle Bachelet ingresamos en 2008, presidió la primera cumbre.
Hay una veintena de organizaciones regionales igualmente inoperantes, como Sela, Celac y Opanal.
Chile gasta en organismos internacionales sobre US$ 50 millones anuales. El ministro de Hacienda debe vigilar estos aportes y distinguir entre programas útiles y despilfarros.
Crear o ingresar a un organismo internacional es fácil. Retirarse es lo difícil. La presión de burócratas, políticos y cancillerías extranjeras es casi irresistible. Sucede que son puertas rotatorias para políticos, altos funcionarios y diplomáticos, mayoritariamente de izquierda. Luego de dejar sus cargos, entran y salen. Les sirven para socorros mutuos, se autogeneran en las contrataciones y consultorías. Gozan de impresionantes privilegios: elevadas remuneraciones, seguros de salud, pensiones y consumos libres de todo impuesto. Se les concede inmunidad diplomática. Adalides de la igualdad y de aumentar los tributos, no pagan siquiera los impuestos a los cigarrillos, alcoholes ni las patentes de sus vehículos.
En abril, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Perú y Paraguay coincidieron en que Unasur no conduce a nada, suspendieron su participación hasta 2019 y celebraron el ahorro de millones de dólares. Solo Colombia ha actuado en consecuencia y anunció su retiro definitivo. Chile no puede seguir vacilando y debe retirarse de Unasur, como antes tuvo el coraje de retirarse del Pacto Andino, con beneficios significativos para los chilenos.
Los organismos internacionales deben ser fiscalizados, no deben ser eternos y sus burócratas no pueden seguir siendo intocables.
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