El alejamiento de Angela Merkel

Angela Merkel, probablemente la mujer más poderosa del mundo, anunció su retiro del escenario público político alemán. Anticipando que el apoyo de su propio partido caería significativamente, decidió que no será candidata en las elecciones nacionales de 2021. De esta manera, llegará a su fin un importante ciclo en la política alemana y europea.
Su liderazgo partidario se había erosionado lenta pero sostenidamente desde que, en 2015, tomara la misericordiosa decisión de dejar ingresar en Alemania una incontenible avalancha de casi un millón de refugiados que escapaban de la violencia y de la miseria de Medio Oriente.
Quienes desde el sector conservador de su propio partido la atacaban desde hacía algunos años, hoy creen haber triunfado. Merkel, cansada, ha decidido dar un primer paso al costado para ceder espacio a sus adversarios en el interior de su fuerza política.
La presión en su contra había comenzado hace algunos años y finalmente alcanzó su objetivo de desplazarla. Las recientes derrotas de sus aliados en las elecciones internas de su fuerza la impulsaron a adoptar la decisión. El fin de un brillante ciclo personal se avecina, inapelable.
El mundo, Europa y Alemania seguramente la extrañarán cuando haya concretado finalmente el paso al costado a nivel nacional. Ella ha sido una figura absolutamente excepcional, muy difícil de reemplazar, tanto por su notable calidad personal como por su enorme coraje y su inteligencia preclara, además de su experiencia, que se suman a sus importantes dotes diplomáticas. Su alejamiento parece ser ahora solo una cuestión de tiempo.