La Palma enfrenta una intensa guerra

A dos años de las elecciones generales, la imagen en tarima del gobernador Ricardo Rosselló rodeado de líderes del Partido Nuevo Progresista (PNP) celebrando el triunfo y reclamando un solo equipo está tan empañada que son casi imperceptibles los rostros de los que están a su lado.
La falta de comunicación, las luchas internas y las delimitaciones de los poderes constitucionales del Ejecutivo y el Legislativo han socavado los cimientos de lo que llamaron #UnEquipo, un hashtag que La Fortaleza sigue usando.
Si a eso se suman decisiones erradas tras el paso del huracán María, la situación precaria de los municipios clamando por ayuda y la lentitud en la reacción, la ecuación resulta ser explosiva.
Fuentes aseguran que la crisis de liderato que atraviesa Rosselló es grave. Pero también se insiste en que es recuperable y que nadie está dispuesto a retarlo.
En el PNP no se vislumbra un escenario de primarias de cara a las elecciones del 2020.
No es un secreto que Rosselló no tiene el control en el Senado, dominado por Thomas Rivera Schatz. Y en la Cámara de Representantes, con Carlos "Johnny" Méndez al mando, sí ha tenido espacio, pero en momentos claves tampoco ha logrado prevalecer.
"Ves legisladores y alcaldes que antes hacían lo que Ricardo Rosselló decía y ahora miran para otro lado", aseguró una de las fuentes.
La relación con la comisionada residente Jenniffer González ya estaba quebrada y aunque, en febrero pasado, ambos se sentaron en la oficina de ella en el Congreso a zanjar asperezas, todo quedó en el aire. Las reuniones semanales acordadas terminaron en nada.
Pero, no proyectan en público ese distanciamiento y, de hecho, se les vio juntos en tarima bailando la canción "Dura" de Daddy Yankee en una actividad política.
El problema de fondo entre el presidente y la vicepresidenta del PNP, se insiste, se centra en el colaborador más cercano de Rosselló en la capital federal, el cabildero demócrata Manuel Ortiz, presidente de la compañía Vantage Knight. Mientras él y el director ejecutivo de la Administración de Asuntos Federales de Puerto Rico, Carlos Mercader, van por su lado, González, la líder republicana boricua de mayor rango en Washington, va por el otro.
La comunicación y coordinación de estrategias en la capital federal es prácticamente nula.
Otra fuente asegura que González pasó la página y que se mantiene enfocada en lograr ayudas federales para la isla. Rosselló, por su lado, intenta lidiar con la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) para consumar su visión de país.
Pero lo que ha marcado el 2018 es la pugna abierta entre Rosselló y Rivera Schatz, quien le declaró la guerra al gobernador, como ocurrió antes con Luis Fortuño.
El enfrentamiento inició cuando Norma Burgos provocó la salida de María Dolores Santiago, Lolyn para sus allegados, una aliada incondicional de Rivera Schatz que ocupaba la primera vicepresidencia del PNP en la Comisión Estatal de Elecciones (CEE).
La salida de Santiago hizo que el líder senatorial pidiera la cabeza de Burgos, pero Rosselló no ha cedido y no parece que lo hará.
Esta pugna, lejos de bajar de tono, se ha ido recrudeciendo.
El choque comenzó con el hijo de Burgos, director de la Oficina de Sistemas de Información y Procesamiento Electrónico de la CEE. Rivera Schatz destapó irregularidades contenidas en un informe del organismo electoral. Según el documento, Roberto Benítez Burgos, que devenga $7,642 al mes, no registró su asistencia electrónicamente por varias semanas y no se localizaron los documentos originales para validar los pagos de su salario.
Esto está bajo investigación del Departamento de Justicia.
Le siguió el chat de Whatsapp de personas de la campaña de Rosselló y, aunque quien lo divulgó fue el senador popular Aníbal José Torres, por lo bajo hay quienes apuntan al presidente del Senado y su venganza por Santiago.
Sin importar de dónde haya salido, lo cierto es que quien perdió por este escándalo fue Rosselló, porque se negó a exigir la salida de los señalados de su gabinete y todos tuvieron que terminar renunciando luego que la titular de Justicia, Wanda Vázquez, refiriera a la Oficina del Fiscal Especial Independiente (OFEI) al hoy exsecretario de la Gobernación William Villafañe y a la hoy exsecretaria asociada de la Gobernación Itza García.
Dimitieron también el exjuez Rafael Ramos Sáenz, la subayudante Yesenia Díaz; la titular de la Administración para el Sustento de Menores, Waleska Maldonado; y el vicepresidente de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados, Yoniel Arroyo.
Los tentáculos de esta batalla de poder político siguen reproduciéndose porque tras Nydia Cotto Vives, la jefa de la Oficina del Panel del Fiscal Especial Independiente (OPFEI), anunciar que solo se acusaría criminalmente al exjuez por consultar en el chat político decisiones sobre el voto de encamados, también reveló que se abrió otra pesquisa como secuela del chat contra el Departamento de Justicia por develar información confidencial.
Rivera Schatz no perdió tiempo y atacó a la secretaria de Justicia. Ha pedido también su renuncia, pero como con Burgos, Rosselló expresó su apoyo incondicional a Vázquez.
Justicia, por su lado, realiza una investigación sobre la contratación fantasma de servicios en el Senado y la Cámara de Representantes. Esto sigue en curso.
Hace solo unos días, se dio a conocer que el informe de una pesquisa en el Senado recomendó referir a la OPFEI a Burgos por supuestas violaciones a los códigos Penal y Electoral.
Consumada la batalla campal por el chat del Whatsapp, entonces se pasó a la Ley 80.
El gobernador acordó con la JSF su eliminación, pero sin consultar ni compartirlo con los líderes de ambas cámaras legislativas. Otra vez, el hermetismo sacudió la relación entre ambos poderes.
En el Senado se boicoteó desde el principio y en la Cámara de Representantes, aunque se hizo el intento de buscar los votos, no lograron tener una mayoría.
Otra señal significativa de distanciamiento es que las reuniones que Rosselló tenía en La Fortaleza cada lunes con ambos líderes legislativos desaparecieron de la agenda por tres meses hasta que el pasado 15 de octubre, Rivera Schatz y Méndez fueron convocados a la Mansión Ejecutiva luego que el líder senatorial hiciera pública la falta de comunicación. Esta vez se reunieron para discutir el proyecto de Reforma Contributiva.
"No consigues tantos legisladores que den la milla extra por el gobernador. Solo tienes algunos como Tata Charbonier y Lourdes Ramos. Cuando hablamos de los alcaldes es peor", se aseguró.
Otros, por el contrario, aseguran que Rosselló tiene un buen número de legisladores a su lado.
La situación con alcaldes de la Palma se afectó tras el paso del huracán María porque no encontraron resonancia en sus pedidos. Hay algunos, como el de Ceiba, Angelo Cruz Ramos, que no esconden su encono, y el de Ciales, Luis "Rolan" Maldonado, quien ha dicho públicamente que la mayoría de los ejecutivos municipales, 22 de 33 penepés, están enfurecidos con Rosselló.
Hay otros, como el de Guaynabo, Ángel Pérez, que se mantienen leales al gobernador.
Mientras esto ocurría, Rivera Schatz tuvo la iniciativa de aprobar un proyecto para otorgarle $1 millón a cada uno de los 78 municipios, lo que contó con el aval de Rosselló.
Al menos siete alcaldes azules no volverán a aspirar y todos llevan mucho tiempo al frente de sus pueblos, convirtiéndolos en bastiones de la Palma. No estarán en la papeleta del 2020 el de Barranquitas, Francisco López; el de Orocovis, Jesús Colón Berlingeri; el de Aguadilla, Carlos Méndez; el de Moca, José Avilés; el de Fajardo, Aníbal Meléndez; el de Ciales, Luis "Rolan" Maldonado; y el de Camuy, Edwin García.
El efecto de la salida de estos alcaldes en las papeletas municipales del PNP está por verse.
Se aseguró que Rosselló activó a una persona que lo está ayudando con los ejecutivos municipales.
En un nuevo capítulo, la Cámara logró detener una medida de Rivera Schatz que buscaba aumentar el retiro de un grupo de alcaldes. El gobernador dijo que era cuestionable por el momento histórico que vivimos, en el que la JSF ha puesto en jaque el retiro de miles de trabajadores públicos.
En medio de ese mar de disputas, se habla del alcalde de Bayamón, Ramón Luis Rivera, como un líder fuerte, pero se aseguró que no le interesa La Fortaleza. González, quien mantiene un gran arraigo en la base de la Palma, aspirará a un segundo término en Washington y no retará a Rosselló. Otra fuente dijo que Rivera Schatz tampoco ve ese escenario. Méndez se visualiza solo como soldado de fila.
No hay que subestimar la gran capacidad del PNP de juntar las piezas rotas y unirlas en cada elección. Eso es algo que repiten las fuentes.
"Hay tiempo de subsanar las heridas", se insistió.
Aunque el camino se ve tortuoso, el campo político en la Palma sigue firme para Rosselló.