Puño y letra nacional

CIUDAD DE MÉXICO, noviembre 17 (EL UNIVERSAL).- De acuerdo con la más reciente estadística publicada por el INEGI a finales del mes de abril, "la población de 18 y más años de edad que lee algún material considerado por el Módulo de Lectura (MOLEC) decreció de 84.2% en febrero de 2015 a 76.4% en febrero de este año".

Esta disminución de 7.8% incluso se dio ante el aumento en el uso de las nuevas tecnologías de la información, en el que "84.9% prefiere libros impresos; 89.0% busca el formato impreso de revistas y 91.6%, los periódicos impresos", expone el documento.

De corazón

A pesar del panorama de lectura, para Andrés Ramírez, director literario de Penguin Random House México, "Nuestro país es de buenos lectores, pero podría tener mucho más".

De acuerdo a su experiencia, "los que hay son fieles a los libros tanto mexicanos como internacionales y los comentan, los prestan, los recomiendan y los regalan, pero es un porcentaje muy pequeño de la población", explica. Sin embargo, reconoce: "por ellos, vale todo el negocio que hacemos los editores, que siendo un país tan grande, con tantas personas debería de ser mayor el porcentaje".

La otra cara de la moneda

Mientras que las editoriales buscan fomentar la lectura per se, también sus esfuerzos se han encaminado a promover a sus autores nacionales.

"La industria editorial está atada a los grandes éxitos comerciales internacionales, que es la otra vertiente de lo que más se publica", dice el también escritor.

En el caso concreto de la editorial Penguin Random House Grupo Editorial, casi la mitad de los libros que publican en nuestro país son de autores mexicanos en los géneros infantil, juvenil, comercial, no ficción, novelas literarias, cuentos y poesía, principalmente.

"Es muy importante lo que significa el autor mexicano para el mundo editorial. De sus preocupaciones más grandes está el cuidar, atender, promover y generar nuevos contenidos con escritores nacionales", señala el autor del libro de poesía En nuestros ojos.

Semillero de talento

El sector literario tiene varias aristas. Otro de los ángulos desde el que también se puede ver y entender es a través del nacimiento de nuevas plumas.

Para el hijo del reconocido escritor José Agustín (1944), en México mucha gente quiere publicar sus obras y "ahí es donde se hace un embudo muy importante", comparte.

"A nosotros nos llegan al mes hasta cuatro o cinco libros de distinta índole y de eso se publica casi nada. Todo se revisa, se hacen evaluaciones, pero se publica muy poco de eso", pues la mayoría no cumple con los requerimientos iniciales básicos: que sean obras o trabajos que al editor a cargo le suponga pueda tener relevancia o un éxito comercial y que esté bien elaborado, "que sea una primera versión suficientemente digna para que el editor lo lea y entienda y que, a partir de eso, se pueda editar y hacer una mejor obra", explica.

Sin embargo, el panorama no es tan sombrío, ya que sí han tenido casos en los que se ha llegado a publicar con éxito varios libros trascendentes, como el caso de Martha Alicia Chávez (Tu hijo, tu espejo), quien llegó a la Feria de Guadalajara buscando una oportunidad.