UE: En Venezuela no están dadas ahora las condiciones para una mediación política

La Unión Europea continuó perfilando el "grupo de contacto", compuesto por países comunitarios y latinoamericanos, para facilitar el diálogo en la crisis política venezolana, y su posición ante el segundo mandato del presidente Nicolás Maduro, producto de unos comicios que califican de injustos.

La alta representante de la UE para la Política Exterior, Federica Mogherini, señaló en una rueda de prensa al término de un Consejo de Ministros de Exteriores que estos "expresaron su deseo de que continúe el trabajo para configurar el grupo de contacto lo antes posible". Sin embargo, acotó: "No para empezar una mediación, porque por el momento no vemos las condiciones políticas para ello, sino para ayudar a crear las que permitan iniciar un proceso político que, en este momento, no existe".

Mogherini abogó porque ese diálogo sea significativo y tenga "legitimidad y credibilidad", pues actualmente, considera, "la ausencia de una vía política puede crear una situación peligrosa".

Aseguró que la Unión Europea no ha cambiado su política, "que ya está establecida", sobre Venezuela, en particular la petición y las firmes expectativas que tienen en términos de democracia y respeto de la Constitución Nacional, los derechos humanos y, especialmente, los derechos de la oposición política. "Y no hemos cambiado nuestra política de presión en términos de las sanciones que hemos impuesto a algunos de los responsables de la violencia en el país", apuntó sobre las medidas restrictivas contra 18 altos cargos venezolanos que "no están en discusión".

Según la jefa de la diplomacia comunitaria, la presión económica que no afecta a la población siempre tiene que ir de la mano de un diálogo e implicación política.

Sobre la investidura de Nicolás Maduro tras unas elecciones presidenciales que la Unión Europea no consideró "justas ni libres", prevista para el 10 de enero, Mogherini afirmó que han acordado una línea común los Estados miembros y se mostró convencida de que será equilibrada, pero también una señal muy clara hacia las autoridades del país.

Aclaró que la Unión Europea normalmente se relaciona con países más que con gobiernos y que la gran cantidad de ciudadanos europeos que vive en Venezuela "se tiene que seguir beneficiando del apoyo consular". "Pero sobre la investidura, nuestra posición será expresada muy claramente y de forma común", manifestó sin vacilar.

Los Estados miembros son proclives a no enviar a ningún representante a la investidura si se celebra en la asamblea constituyente que impulsó Maduro al margen del Parlamento, mientras que si se produce en otro lugar, la representación será de un cargo inferior a embajador, indicaron fuentes diplomáticas europeas.



Negociación. El ministro de Relaciones Exteriores y Cooperación de España, Josep Borrell, indicó en una rueda de prensa al término del consejo que "la idea del grupo de contacto sigue avanzando" y que hay acuerdo para constituirlo una vez superadas las reticencias iniciales.

Con respecto a la próxima investidura de Maduro, el 10 de enero, Borrell afirmó que supondrá el inicio de "otro estadio de las relaciones con Venezuela".

El ministro reconoció que la crisis que atraviesa el país supone también un problema de política interior en España y que, aunque la decisión es la de mantener las sanciones ya impuestas, se trata además de buscar lo que todo el mundo pide: negociación entre venezolanos. "Conjugar sanciones personales (...) con un instrumento no de mediación, porque no se dan las condiciones, pero sí de facilitar la negociaciones", expresó.

Sobre las sanciones, impuestas por la Unión Europea hace poco más de un año, admitió que "no han hecho cambiar al régimen", pero que eso no quiere decir que las vayan a levantar y que los europeos continuarán en "búsqueda de la solución negociada que todo el mundo anhela".