Jorge Telerman: "De 870 funciones, 220 fueron con entradas agotadas"

En una conversación apartada con LA NACION, el director del Complejo Teatral de Buenos Aires (CTBA), , realizó un balance sobre la temporada 2018 que termina. "Voy a hablar de las cosas buenas; de las malas encárguense ustedes", dice, fiel a su estilo siempre desafiante.
-Hable de todas por favor.
-De las buenas debo señalar el funcionamiento a pleno de los de la ciudad, la consolidación de los perfiles de cada sala que habíamos imaginado cuando creamos el Complejo Teatral, en 2000. Según datos duros, que me queda claro que no es el único parámetro para juzgar un resultado, hubo un excelente promedio de espectadores en el Sarmiento, en el Regio y aun en la Ribera, sala que debe lidiar con ciertas singularidades, como por ejemplo cada vez que hay un partido de fútbol en La Boca.
-¿Le llamó la atención la consolidación del Teatro Regio en términos de público?
-No, porque está en una zona que tiene una baja presencia de oferta de teatros públicos con un segmento de población compuesto tanto por jóvenes como por gente de edades mayores. En ese tren de cosas estamos hablando con el ministro para que en 2020 podamos extendernos a otras zonas de la ciudad.
-¿A qué se refiere?
-A varias. Por un lado, hay una fuerte inversión en infraestructura destinada al Teatro Alvear.
-¿Existe una fecha probable de apertura para fin del año próximo?
-La primera etapa, de la que puedo hablar con solidez, concluirá en abril y permitirá actividades artísticas en el hall y en los ventanales de la sala. En relación con 2020, estamos pensando que parte de la programación salga a otras zonas de la ciudad en lugares no tradicionales o en salas de la zona. En eso estamos. Para el año próximo tendremos la misma cantidad de producciones que las 34 de este año, con la necesaria aclaración de que la puesta de Hamlet, con la actuación de Joaquín Furriel, va a hacer una trayectoria más extensa, y que la temporada internacional italiana, con alrededor de 10 actividades, también demandará más tiempo. Si retomo la pregunta inicial, rescato una ocupación plena de todos los espacios del CTBA con funciones de martes a domingos, no solo con actividades performáticas, el eje central, sino también con charlas, encuentros, fotogalerías, el cine en la Lugones y un hall del San Martín cada vez más activo. De 870 funciones, 220 fueron con el cartel de entradas agotadas. Eso es un fenómeno histórico.
-Resultó llamativa la falta de explicación sobre el levantamiento definitivo de Esperando a Godot que quedó en evidencia cuando Divino amore, de Alfredo Arias, pasó del Teatro de la Ribera al Martín Coronado, donde debía estrenarse la obra de Beckett.
-Cada vez que me piden una explicación la doy. El caso todavía no está cerrado ni en términos legales ni administrativos. Sí hubo un comunicado en el que rechazamos la postura de que los personajes masculinos deban ser interpretados por hombres.
-Ya que mencionamos el nombre de Alfredo Arias, director de inobjetable talento, en su tercer año como director del CTBA siempre ha dirigido una obra. Es más: este año iba a tener dos puestas.
-Pero terminó siendo una [por problemas de agenda se bajó de Streap+Tease]. Los materialistas dialécticos solo nos referimos a las cosas que suceden [se ríe].
-¿Cómo explica la reiteración de un mismo nombre si cuando asumió habló de la necesidad de la renovación de creadores, como ocurrió con el caso de la llegada de directores como Matías Feldman o Lola Arias?
-El teatro público debe dar lugar a los talentos que no han pasado por las "grandes ligas", pero también consideramos que debe ser un lugar para los consagrados, como el caso de Mauricio Kartun, que estará el año próximo. No interpretamos como algo malo volver a convocar a un mismo creador, y por la trayectoria de Alfredo nos pareció perfecto que vuelva a estar. La diversidad en términos de edades, estilos y audiencias es fundamental. En ese contexto, el teatro público debe darles lugar también a los consagrados.
-Cuando el ministro de Cultura defendió el presupuesto para 2019 habló de una actualización que alcanzaría el 45 por ciento. ¿Eso se traslada al presupuesto del CTBA del año próximo?
-Todavía no está promulgado, pero tenemos una actualización que nos parece interesante. Junto a esto, la recaudación por ingreso de entradas creció fuertemente y en la última gala de la Fundación del Teatro San Martín tuvo un alto incremento en relación con la del año pasado. Y en lo que hace a la ejecución presupuestaria estamos siempre al ciento por ciento.
-A lo largo de la actual administración hubo tres ministros de Cultura: Darío Lopérfido, Ángel Mahler y Avogadro. ¿Fue muy complejo?
-No. Y en este caso me siento muy acompañado por Avogadro. Ambos amamos al circuito independiente y siempre lo he encontrado en salas de ese tipo.
-¿Eso no ocurría con Mahler?
-Es algo que me pasa con Avogadro.