La reñida elección en la RAE queda en suspenso

Los diarios españoles hablan de la votación más difícil, enrarecida y polémica de los 305 años de existencia de la Real Academia Española, la institución rectora, junto con las academias de América Latina, de la lengua castellana.
Y ayer en la tarde, cuando los 41 académicos con derecho a voto se reunieron para elegir a su nuevo director, ese clima definió el veredicto: ninguno de los miembros de la institución (no hay candidaturas oficiales) obtuvo la mitad más uno de los votos requeridos para ser elegido. Así, la definición fue aplazada para el próximo jueves 20 de diciembre, en donde los tres nombres más votados irán a la competencia. Si en esta segunda vuelta tampoco nadie obtiene la mitad más uno, entonces habrá una tercera votación con los dos candidatos con más sufragios, y ganará quien obtenga mayoría simple.
Así, los nombres que quedaron en la palestra son los de Santiago Muñoz Machado, jurista y Premio Nacional de Historia de España, con 18 votos a favor; el periodista y escritor Juan Luis Cebrián, primer director del diario El País y principal ejecutivo del grupo Prisa hasta hace unos meses, con 14 votos; y muy por detrás, el filólogo José Antonio Pascual, quien ha obtenido solo un voto.
La competitividad de esta elección -la institución siempre intenta buscar unanimidad en su dirección- es el resultado de varios factores.
Darío Villanueva, el actual director de la RAE, elegido en 2014, anunció a principios de octubre que no iría a la reelección, decisión que tomó por sorpresa a los académicos, por la antelación en anunciarlo y porque se suele buscar un segundo mandato. Villanueva adujo estar cansado -lleva nueve años en cargos de primera línea en la RAE- y no tener apoyo de los académicos.
Entonces le fue pedido a Villanueva que adelantara la votación, para evitar meses de confabulaciones, pero no aceptó y de hecho, se supo que su apoyo iba hacia Juan Luis Cebrián, quien con solo saber que se abría la temporada electoral declaró su interés.
Aunque tiene sus apoyos, Cebrián también genera irritación a otros académicos, quienes lo han expresado por medio de la prensa con poca prudencia, al decir de los medios españoles. Surgió entonces la candidatura de Muñoz Machado, nombre que se esperaba fuera más de consenso. Hoy está en la pole position .
Lenguaje inclusivo
Quien salga elegido tendrá que enfrentar el problema de fondo de la actual RAE: el bajo presupuesto con el que cuenta hoy. Desde 2008, el Estado español ha rebajado en 60% su aporte y la venta de productos editoriales, el diccionario en papel por ejemplo, cayó abruptamente por lo digital.
Luego, está el tema pedido por el gobierno español de revisar el lenguaje de la Constitución del país, para volverlo más inclusivo. La RAE debe entregar su informe, y la discusión sobre este punto ha sido muy fuerte al interior del organismo.
Preguntado por su renuncia, Villanueva contestó en lo que podría ser un resumen de todas estas cuestiones: "Lo triste es que en la agenda de nuestros políticos no está la cultura. No existe, simplemente. No es que sea menos o más prioritaria, es que no existe. Se nos abren las carnes al comparar con lo que pasa en Francia, donde siempre está enhiesto el estandarte de la cultura y de la lengua. En el tema de género, la Academia Francesa hizo una declaración sucinta y contundente y contó inmediatamente con el respaldo del gobierno".