Ministerio de las Culturas estrena plan para iglesias de Chiloé

La declaración de 16 iglesias de Chiloé como Patrimonio de la Humanidad, en 2000, impulsó fuertemente su rescate; sucediéndose desde entonces, uno tras otro, proyectos financiados por el Estado, de recuperación de esos icónicos templos.
Pero ahora el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio tiene un plan que centralizará estos esfuerzos y ampliará su alcance. "Decidimos desarrollar el primer inventario público de todas las iglesias de la Escuela Chilota de Arquitectura en Madera", anuncia la ministra de las Culturas, Consuelo Valdés.
"Es una tipología única en el mundo, que es el resultado sincrético de la carpintería de ribera y los conocimientos indígenas y europeos", dice el subsecretario del Patrimonio, Emilio de la Cerda. "Son atributos patrimoniales que muchas otras iglesias del archipiélago comparten con las que fueron declaradas por la Unesco, pero no están siendo objeto de políticas públicas de salvaguardia", alerta el arquitecto.
A partir de todos los catastros preexistentes -"que son parciales y de acceso privado", aclara De la Cerda-, iniciaron en diciembre un estudio bibliográfico que arrojó más de cien iglesias en Chiloé, que hace dos semanas empezaron a visitar, para ir completando este inventario público que entregarán en marzo.
"La riqueza de las iglesias de la Escuela Chilota no se limita a su singular arquitectura y estilo; su valor se entiende y refuerza en relación con la comunidad local que les da vida, y por eso el inventario no solo registrará la dimensión material de estas iglesias, sino que incluye la caracterización del patrimonio inmaterial que las rodea y significa, como lo son las tradiciones, oficios, comunidades y prácticas culturales y devocionales asociadas. Este aspecto es clave para entender la historia y la preservación que presentan estas iglesias", explica la ministra Valdés.
Así, incluirán datos de las comunidades cultoras, sus fiestas religiosas y su imaginería. "Los templos no se pueden entender desarraigados de las prácticas culturales que en ellos se realizan", añade De la Cerda, y cuenta que "este inventario integral contará con georreferenciación y mapeo y será de acceso público para la ciudadanía, de modo que se genere gestión local del patrimonio".
Paisaje cultural
El plan para Chiloé del Ministerio de las Culturas tiene otras dos líneas de acción centrales. Una ya la vienen trabajando desde el gobierno anterior de Sebastián Piñera y esperan completarla ahora. Se trata de ir declarando como Zona Típica el entorno de cada iglesia Patrimonio Mundial, para protegerlo como paisaje cultural. "A la fecha tenemos 14 entornos de iglesias protegidos en estos términos; cuatro cuyo decreto se encuentra en tramitación, y estamos avanzando para cerrar los últimos dos, que son las iglesias de Castro y Caguach", dice la ministra Valdés.
También centralizarán la restauración arquitectónica en el ministerio. Partieron con la iglesia de San Juan, en Dalcahue, con una inversión de $70 millones financiada por la propia Subsecretaría del Patrimonio. Los trabajos empezaron en noviembre y concluirán en febrero. "Había severos problemas de humedad y de filtraciones. Estamos haciendo obras de conservación de la cubierta, con una revisión de la estructura de techumbres y un entablado nuevo para encamisarlas, y luego reponer el revestimiento exterior", detalla De la Cerda.
En paralelo, ya están planificando el salvataje de las dos iglesias que presentan un mayor grado de deterioro. Ambas están en la isla de Lemuy, en Ichuac y Detif. Esta última no contaba ni siquiera con un levantamiento arquitectónico, el cual están ejecutando, también con recursos propios de $10 millones, para así contar con un diagnóstico que sirva de base para su posterior restauración integral. "Tenemos confianza en hallar los recursos necesarios", cierra el subsecretario.