La nueva ola de las bebidas

En la última década el mercado de las bebidas se ha dinamizado por completo. Las tendencias de consumo y la misma evolución del consumidor han llevado a la industria no solo a hacer reformulaciones, sino también a lanzar productos de valor agregado, tanto para el público masivo como para nichos específicos. Aunque el entorno ha producido algunas variaciones decrecientes en los últimos años, el negocio de las bebidas continúa a buen ritmo. De acuerdo con cifras del Dane, cada año, se han presentado crecimientos que fluctúan entre el 5 por ciento y el 8 por ciento. Y si se mira hacia las importaciones y exportaciones, estas últimas han crecido un 3 por ciento, siendo las gaseosas, el agua (natural, gasificada y saborizada), y los jugos los más comercializados en el exterior. Santiago Durán, director ejecutivo de la Cámara de la Industria de Bebidas - Andi, señala que "el sector de bebidas está comprometido firmemente con seguir desarrollando los mejores productos para todo tipo de consumidor, innovar en su portafolio y continuar con su compromiso por el bienestar del consumidor colombiano". Lo anterior, indica el funcionario, como parte de un proceso de autorregulación, que incluye la incorporación del etiquetado frontal bajo el sistema GDA en todas las bebidas, la innovación y ampliación del portafolio de bebidas con más alternativas de consumo, incluyendo bebidas bajas y sin calorías. Todas estas coyunturas han dinamizado la composición de portafolios, la oferta y la innovación al interior de las plantas de producción, no solo de los dos jugadores principales -Postobón y Coca Cola-, sino también de otros competidores. Y en ese sentido, categorías como el té, las aguas gasificadas y los jugos empiezan a adquirir más relevancia. "Los consumidores alrededor del mundo exigen cada vez más opciones de alimentos nutritivos, y Latinoamérica no es la excepción. Hoy en día, aproximadamente el 27.5 por ciento de nuestros ingresos globales provienen de los productos de uso diario, entre ellos, las bebidas de cero y bajas calorías", dice Ricardo Pimenta, vicepresidente de Nutrición de PepsiCo Latinoamérica. Para satisfacer las cambiantes preferencias de los consumidores, la multinacional se ha embarcado en una expansión ambiciosa de su portafolio, con el objetivo de reducir la cantidad de ingredientes artificiales y otros aditivos como azúcares. Señala Pimienta que "se ha establecido una meta de tener al menos 2/3 de su portafolio de bebidas globales con 100 calorías o menos de azúcares agregados por porción de 12 oz. Hasta el momento, el 58 por ciento de las bebidas de PepsiCo contienen 100 calorías o menos". Una apuesta que igualmente emprendió Coca Cola Company, compañía que ha manifestado ser consciente de que la gente está preocupada por su ingesta calórica y precisamente por eso "es importante aclarar que no solo buscamos diversificar nuestras opciones bajas en calorías o con cero calorías, sino que además estamos muy decididos a expandirnos hacia otras bebidas". Hoy la empresa está diversificando su portafolio, con marcas de té y aguas. Valor agregado Mateo Lourido, director de ventas de Dislicores, empresa fabricante de té Xencha, asegura que la categoría de té ya está madura. Aunque el 2018 en general presentó una contracción, los productos con un perfil más ‘premium’ fueron los de mayor crecimiento. "Ese nicho viene creciendo. Desde hace poco más de dos años que el proyecto comenzó venimos doblando nuestros presupuestos, llegando casi al millón de botellas". El té le estaría quitando participación a la gaseosa en los distintos momentos de consumo. Lourido, quien desde la distribuidora ve cómo otras categorías de bebidas en el canal ‘on trade’ han venido ganando participación, añade que las mesas de los restaurantes son la evidencia de que se empieza a dinamizar la categoría de té, las aguas gasificadas, y los productos más naturales. El consumidor está usando sus recursos de manera más eficiente, prefiriendo productos de mayor nivel y siendo cada vez más selectivo. Así lo considera Julián Kattan, cofundador de jugos Holi. Para él, suena paradógico que un país como Colombia, considerado como uno de los más biodiversos del mundo, por su gran despensa de frutas, no tenga una oferta de jugos más masiva. "Infortunadamente el consumidor se acostumbró a un estándar de producto, y lo que hemos venido construyendo es la posibilidad de elevar ese estándar, demostrando que es posible trabajar con frutas colombianas, a través de procesos de comercio justo, apoyando cultivos de restitución de tierras, y elevando la categoría con un jugo de valor agregado", afirma. Sin duda, el mercado sigue buscando productos saludables, una variable importante en la decisión de compra, que ha permitido la evolución en la categoría de bebidas que ya no es 99.9 por ciento gaseosas, sino que abre camino a otras, como jugos, aguas de aloe o el té, con los que el consumidor percibe un beneficio para la salud. Una realidad que respaldan cifras como las de la Andi, que registró para 2017 una mayor participación en la balanza comercial de productos como aguas, incluida la mineral y la gasificada, con una participación del 11 por ciento; y las demás bebidas no alcohólicas, que exceptuando a los jugos, presentaron una participación del 27 por ciento. Los actores de la industria coinciden en que gracias a un mayor acceso a la información, se ha podido evidenciar el desarrollo de los nuevos jugadores que han impulsado transformaciones incluso en los más grandes posibilitando que el consumidor pueda ampliar sus opciones de compra.