‘Soy optimista y creo que vamos por un buen camino’

Para el presidente de Alpina, Ernesto Fajardo, la confianza del consumidor muestra una tendencia favorable en los últimos meses, lo que le permite pensar en que este año la economía del país marchará mejor que el ejercicio pasado. Al revelar los resultados del 2018, los cuales considera destacables en medio de un entorno difícil, anuncia inversiones para este año por $90.000 millones. ¿Qué destaca del 2018? Fue un año que, aunque mejor que 2017, tuvo bastantes dificultades. Al comienzo, la confianza no arrancaba del todo, no sabíamos que iba pasar en el tema político. Además, fue de mucha lluvia y hubo excedentes de leche, lo que dificulta la competitividad. Asimismo, hacia final de año, cuando mejoró el ambiente por cuenta de las elecciones, tuvimos todo el anuncio de la Ley de Financiamiento que también tuvo un impacto. Dentro de todo eso, logramos tener un buen resultado, crecimos en ventas 2,1% y aumentamos la utilidad neta por encima de 5%. ¿Las ventas no alcanzaron el nivel de inflación? Sí estuvo por debajo, pero si uno tiene en cuenta todas las demás circunstancias que estaban impactando el mercado, lo importante fue crecer y sostener los costos de la mejor manera para que la rentabilidad no se viera afectada. Digamos que frente a lo que pasó en el año y comparando con la competencia, nuestra participación de mercado se mantiene bien, logramos crecer en un año difícil y eso nos tiene bien posicionados en lo que viene hacia adelante. Entonces esperamos que en la medida en que el país sigue reaccionando y siga creciendo, y la confianza mejore, esos resultados nos sigan acompañando. ¿Cómo percibe la confian- za del consumidor? Según el indicador de Fedesarrollo, febrero fue menos bueno que enero, pero mejor que el mismo mes del año pasado. Al mirar la tendencia general da la impresión de que la economía se mueve mejor que el año pasado. Hay mucho tema político que aparentemente está impactando y lo que nosotros debemos hacer es aprender a operar dentro de ese ambiente y ver cómo hacemos para animar al consumidor para que siga con los productos de Alpina. Soy optimista. Creo que vamos por mejor camino y que en aspectos macroeconómicos el país también va mejor. Eso nos debe permitir avanzar este año y tener un mejor año que el 2018. ¿Y qué planea este año? La compañía sigue pensando en el aprovechamiento de la tecnología para fortalecerse. Además, la identificación de los gustos del consumidor sigue siendo un reto. Esperamos crecer por encima de la inflación este año y traer nuevas opciones para los clientes. ¿Qué inversiones

están programadas? El presupuesto es de más de $90.000 millones. Tecnología, automatización y nuevos equipos, y hasta en transporte, ocupan ese plan. Se concentra en la parte digital, la productividad y la sostenibilidad. ¿Qué estrategias fueron exitosas el año pasado? Lanzamos un producto que fue el Quesito Alpina y nos ganamos el premio a la innovación del año. También renovamos un producto como Bon Yurt al agregar topings nuevos que no estaban en el mercado y que son populares entre la población joven. Hemos seguido trabajando en sostenibilidad, cuidando la huella hídrica, tratando de ser más eficientes y hemos logrado reducir los litros de agua por tonelada producida. En general, lo que estamos tratando es que cada día seamos no solo más productivos, sino sostenibles en el uso de los recursos. También generamos un gran impacto en la agricultura. Acopiamos alrededor de un 1.050.000 litros todos los días, que en el año representan poco menos de 400 millones de litros de distintas cuencas. Y trabajamos mucho con ganaderos de todos los tamaños. Gracias a eso tenemos operaciones en varias zonas. ¿Qué inversiones

hicieron el año pasado? Ascendieron a $100.000 millones. Hicimos unas muy importantes alrededor del futuro. Un rubro clave fue la modernización del sistema transaccional y la instalación de SAP. Esto genera las bases para trabajar a futuro con una forma diferente de operar, mucho más digital y mucho más conectados con el tema analítico, lo que nos permitirá ajustarnos más a consumidores cada vez más cambiantes. Hemos hecho inversiones también en las plantas con más automatización, finales de línea, nuevos equipos que permiten hacer otro tipo de productos y consolidación de algunas de esos centros de producción. En el suroccidente del país, en Caloto, hicimos una inversión de más de $17.000 millones para poder generar un ‘clauster’ y poder atender esa zona. Eso viene funcionando muy bien. En cuanto a las comunicaciones con el cliente, el tema digital toma cada vez más relevancia y tenemos la plataforma para dialogar permanentemente con él. ¿Qué va a pasar con Estados Unidos tras

el cierre de la planta? Esa fue una decisión del aliado comercial que nos daba la posibilidad de maquilar. Eso no cambia nuestro negocio porque seguimos desarrollando ese mercado. Seguimos enviando producto y seguimos fabricando con otros maquiladores. Y nos mantenemos mirando cómo crecer no solo allá sino en otros mercados. El año pasado las exportaciones aumentaron 37%. Las ventas externas son hoy el 8% el total.