Toma un breve descanso

CAROLINA. - Ahora que ha estado fuera de acción en la NBA debido a la lesión que sufrió en el tendón de Aquiles hace dos meses, el mayagüezano José Juan Barea ha tenido tiempo de reflexionar sobre muchas cosas, incluyendo las posibilidades de que la Selección Nacional adelante a la segunda ronda de la Copa Mundial de China.
Puerto Rico formará parte del Grupo C junto a España, Irán y Túnez, y tratará de avanzar a la segunda ronda por primera vez desde el 2002.
Barea, quien se encuentra en la isla de vacaciones junto a su familia durante esta semana, conversó con El Nuevo Día en una panadería a pasos de su residencia en Isla Verde, desde donde caminó al lugar del encuentro, a paso lento y cojeando, pero confiado en su recuperación.
El jugador de los Mavericks de Dallas se mostró de buen ánimo a pesar de que la rehabilitación podría extenderse por un periodo de un año. Por esa razón se supone que no podrá vestir la camiseta de Puerto Rico en el Mundial, del 31 de agosto al 15 de septiembre, aunque él parece no descartarlo aún.
Barea, de paso, estuvo activo en dos de las seis ventanas del sistema clasificatorio para el Mundial de este año y anhelaba estar en uniforme en un tercer certamen, luego de jugar en Turquía 2010 y España 2014.
En medio del típico olor mañanero en una panadería, entre tortillas, tostadas y el olor del café, Barea solo optó por un pocillo de la bebida caliente, ya que según explicó, el personal experto de los Mavericks le recomendó una dieta estricta para no ganar peso mientras esté fuera de juego.
"Desayuno bien antes de las 8:00 de la mañana, pero después no puedo comer nada hasta el mediodía. Es solo por ahora, para mantenerme en el peso", explicó.
En estos dos meses posterior a su lesión en uniforme de Dallas, Barea ha tenido tiempo de sobra para volver a reforzar su interés de dirigir algún día al más alto nivel tan pronto cuelgue las zapatillas de jugador. Ese tiempo le ha permitido tener comunicación más directa con el dirigente Rick Carlisle y su cuerpo técnico con la idea de sumar más conocimiento. De ese y otros temas, el armador con 13 temporadas en la NBA conversó con este medio a pasos de la playa de Isla Verde.
Es tu primera visita a la isla desde que te lesionaste. Todos los años venías durante la pausa del Juego de Estrellas, pero ahora llegas bajo otras circunstancias.
—Venir a Puerto Rico rápido, después de la temporada, es súper, o en el break del Juego de Estrellas. En esta ocasión no pude venir en el break del Juego de Estrellas por la lesión. Pero hablé con el equipo. Sebastián (su hijo mayor) tenía spring break, así que pedí permiso (a los Mavericks). Ellos se iban para un viaje por unos cuantos juegos (fuera de Dallas) y no hubo ningún problema. Voy a estar acá una semana con la familia, tranquilo, y a disfrutarme Puerto Rico unos días.
¿En qué etapa te encuentras de la rehabilitación?
—Me encuentro mucho mejor ya. Estoy casi, casi caminando perfecto. Ya dejé la muleta, dejé la bota. Mucho ejercicio dentro del agua ahora. Mucho ejercicio para la batata, para ponerla más fuerte de nuevo. Todos los días en el gimnasio haciendo pesas para todo el cuerpo, para mantenerme. Una dieta un poquito mejor, más estricta que antes para mantener mi peso donde tiene que estar. Por ahora mucha paciencia todavía. Yo me quiero levantar, y como siempre en Puerto Rico, pues irme a jugar golf, irme para la playa, y visitar a todo el mundo, pero tengo que cogerlo suave.
¿Es más difícil en Puerto Rico mantenerte quieto?
—Sí, en Puerto Rico es más difícil tener paciencia. En Dallas, pues tengo mi rutina y es más tranquilo. En Puerto Rico quiero hacer un montón de cosas. Con los días así como están (hoy) pues me gustaría estar todo el día en la playa con la familia.
Has vuelto a hacer tus pininos como técnico, como una especie de asistente de Rick Carlisle. ¿Qué nuevo has aprendido?
—Cuando uno no está jugando uno ve el juego de otra forma. Y ahora pues me puedo involucrar más con los coaches. A veces me meto en la oficina del coach antes de los juegos a ver qué está pensando para el juego. Cuando me siento en el banco, me siento entremedio de los coaches para escuchar todo lo que está pasando con los asistentes y los coaches. Poquito a poquito. Lo que uno aprenda en este momento me va a ayudar en el futuro y cuando vuelva a jugar también.
¿Si la Federación de Baloncesto te invitara a unirte al cuerpo técnico para el Mundial de septiembre, ya que no vas a poder jugar, aceptarías el reto?
—Sí, eso es una idea. Estoy bien contento por la clasificación de los muchachos. Todo el que trabajó para esto se lo merece. Esa experiencia va a ser increíble para los 12 jugadores que vayan para allá. Pero sí, eso es algo que Yum (Ramos, presidente), Eddie Casiano (dirigente) y yo tendremos que hablar. Me encantaría, o como jugador o como coach ser parte del grupo. Pero es bien lejos y yo voy a estar ya en el proceso de entrenamiento para la temporada (de NBA). Así que son muchas cosas que hay que ver cuando se acerque la fecha. Voy a estar bien pendiente no importa lo que pase. Pero siempre me gustaría ser parte del grupo.
¿Cómo ves a Puerto Rico en ese Grupo C, para el Mundial?
—Un Mundial siempre es bien difícil. Todos los equipos son bien buenos, se preparan muy bien. Pero en cuestión del grupo, creo que nos ubicamos bien. Pero tengo un compañero de equipo (Salah Mejri, en Dallas) que es el centro de Túnez, que también son bien buenos. Irán es bien bueno y esa gente se va a preparar increíble para ese Mundial. He ido a Mundiales ya, y sabemos que todos los equipos son buenos. Va a estar en nosotros. De la forma que nos preparemos. Si vamos para allá bien preparados vamos a tener una buena oportunidad de clasificar a la próxima ronda. Ya España está a otro nivel con esos jugadores de mucha experiencia. Pero sí creo que caímos en un buen grupo y que tenemos posibilidades de avanzar.
Ya se le ganó a España en 2002. ¿Ahora está más difícil?
—Ahora está más difícil. Tienen un equipo con mucha experiencia, que ya ha jugado a un nivel bien alto junto por muchos años. Tienen muchos jugadores de NBA. Recordé los otros días que Serge Ibaka y Nikola Mirotic también están en el equipo.
¿Ya hiciste el scouting de Irán y de Túnez? ¿Qué puedes decir de Salah Mejri, tu compañero de los Mavericks?
—No tienen el baloncesto que tenemos nosotros, pero me dijo Salah Mejri que van a estar practicando desde el 25 de junio. Se van a preparar muy bien. Le pregunté y ya llevan ocho años jugando juntos. Son grandes y atléticos. No tienen el talento que tenemos nosotros de baloncesto, pero van a jugar bien duro. Es un juego raro, pero creo que si nos preparamos bien, vamos a tener la oportunidad de ganarle a esos dos equipos.
¿Cómo se les debe jugar?
—Creo que el juego de nosotros es bien difícil cambiarlo. Yo creo que (la clave es) defender bien duro, y correr. Lo más importante es mantener los turnovers bien bajitos y rebotear. Esas dos cosas. Si uno mantiene los turnovers bien bajitos y reboteamos contra todos esos equipos, vamos a tener break de ganar.
Has hecho labor de gerente al comunicarte con los jugadores de ascendencia boricua en la NBA, como Shabazz Napier, Moe Harkless y Jonathan Isaac, para tratar de convencerlos de ir al Mundial. ¿En qué etapa están las conversaciones?
—Yum y yo hemos tenido buena comunicación con eso. Ahora es difícil hablar con ellos sobre esto, porque está la temporada y yo creo que Harkless y Napier van a llegar a playoffs. Cuando se acabe (la temporada) entonces uno se pone un poquito más fuerte. Pero yo entiendo que con Napier y Harkless... y si se monta también Isaac, el de Orlando, con esos tres creo que ayudamos al equipo un montón. No le quitamos muchos espacios a todos los jugadores que jugaron las ventanas. Sería bueno para el equipo.
¿Qué garantía se puede tener, cuando en el pasado los mismos intentos han fracasado?
—Todo va a ser en base a los jugadores. Si ellos muestran interés y ellos quieren, las puertas van a estar abiertas. Fue como cuando traímos a (Renaldo) Balkman. Fue que Balkman quería y venía con un corazón abierto, con muchas ganas de jugar.