Más empleos formales
La discusión laboral debe asumir la necesidad de seguir incrementando este tipo de trabajos.
Recientemente, y por primera vez, la Superintendencia de Pensiones ha publicado un informe que caracteriza tanto a los cotizantes en el seguro de cesantía como en el sistema de pensiones. De acuerdo con el estudio, en diciembre de 2018 cotizaron en el segundo algo más de 5,5 millones de personas, lo que representa un alza de 3,1% respecto de lo observado en igual mes de 2017. A su vez, la remuneración promedio de los cotizantes fue algo inferior a los $800 mil, representando un incremento de 2,7% real en relación a lo observado a fines de 2017.
El aumento en el número de personas que cotizó en el sistema de pensiones es, con distancia, el mayor desde 2013. En términos porcentuales, muestra una desaceleración respecto de fines de 2017 y comienzos de 2018, aunque supera con distancia lo observado en los últimos años. Solo a fines de 2012 y 2013 se refleja un dinamismo en los cotizantes sustancialmente superior al de este año. Finalmente, el crecimiento real de los salarios es algo inferior al registrado durante 2017, y similar al promedio desde 2014.
Estas cifras permiten anticipar algunas conclusiones. El mercado laboral formal - entendido a partir de los cotizantes en el sistema de pensiones- muestra una recuperación importante respecto de lo observado en los últimos años, aunque este dinamismo dista del exhibido en el bienio 2012-2013, cuando la economía crecía a una tasa promedio de 4,7% y los cotizantes lo hacían a una tasa anual por sobre 4%. No obstante, la recuperación del mercado laboral ha incrementado la masa salarial en este segmento a tasas superiores al 5% en términos reales. En el contexto de un fuerte aumento de la inmigración en los últimos años, esto refleja una importante capacidad de absorción de la fuerza de trabajo.
El crecimiento en el trabajo que formalmente cotiza en el sistema de pensiones y seguro de desempleo es especialmente valioso, porque da cuenta de una mayor fortaleza en las expectativas de las empresas, que aparecen dispuestas a contratar con perspectivas de más largo aliento. Además, la recuperación del empleo formal es necesaria para contribuir a la acumulación de fondos previsionales. El problema de bajas pensiones en Chile tiene su origen, en parte, en la existencia de lagunas que limitan las cotizaciones continuas. Esas lagunas terminan siendo costosas porque deterioran fuertemente la capacidad de acumular en las cuentas individuales.
La importancia de que la recuperación económica genere un incremento en el empleo formal exige reflexionar sobre las trabas que pudieran existir para la creación de este tipo de trabajos. Las empresas estarán dispuestas a ofrecer empleos formales en la medida en que visualicen oportunidades de crecimiento estable, y que los costos no resulten desproporcionados. La discusión doméstica, especialmente el debate sobre legislación laboral, debe tomar nota de esta necesidad, para ampliar las posibilidades de formalización para los trabajadores, especialmente los jóvenes y mujeres, que son los más perjudicados por trabas en su acceso al mercado laboral.