El Comercio, Perú
20 de abril de 2019
El mandatario intervino la petrolera estatal para frenar un alza de combustible.
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, postergó la implementación de una agenda económica liberal y la aprobación de reformas prometidas durante la campaña electoral.
Tras ser alertado sobre una posible huelga de camioneros, intervino en la compañía petrolera Petrobras y frenó un incremento previsto de 5,7% en el precio de los combustibles.
Su actuar dista de lo que predicaba durante su candidatura, cuando presentó un plan económico basado en la privatización de empresas estatales, descentralización y más ajuste fiscal. Además de ello, se respaldó en Paulo Guedes, un liberal ortodoxo a quien nombró ministro de Economía. La ex presidenta Dilma Rousseff, del izquierdista Partido de los Trabajadores, saludó la intervención del gobierno en la política de precios de la empresa, algo usual durante su mandato. Sin embargo, el mercado reaccionó con una fuerte caída del valor de las acciones de la compañía en la bolsa de Brasil.
El freno al alza de combustible contradice algunas medidas que viene adoptando el gobierno, como la expansión del gasto e intervención en la economía. Además, Guedes impulsa una reforma del sistema de pensiones que pretende aumentar las edades de retiro con el fin de que la economía retome el crecimiento.
