El método calerano para potenciar postergados

F ueron 18 los jugadores que utilizó Francisco Meneghini cuando asumió el mando de Unión La Calera en las últimas dos jornadas del torneo anterior. La reformulación para el 2019 fue total, porque de aquel contingente permanecen apenas cinco nombres (Pablo Alvarado, Matías Navarrete, Yonathan Andía, Thomas Rodríguez y Josepablo Monreal).
El proyecto incluyó foráneos de renombre, pero también futbolistas locales lejanos al primer plano y que han encontrado en La Calera su lugar en el mundo: Sebastián Zúñiga, Juan Leiva, Erick Wiemberg y Franco Lobos.
"El caso de Zúñiga, lo llevamos a Curicó, lo retrocedimos de 'doble seis' y siempre tuvo buen remate. Él se ve potenciado en la propuesta de Calera, donde hay mucho toque de balón, todos se asocian, hacen transiciones rápidas. Ahí cualquiera entra y se ve bien, mire los niveles altísimos de Wiemberg, que viene de la Primera B (Valdivia) o Leiva, que no trascendió ni en la U ni en Audax", aprecia Mauricio Segovia, asistente técnico de Luis Marcoleta.
Cuando "Paqui" y su coequipo Juan Francisco Contreras, a quien conoció en la oficina técnica del Fútbol Joven en la U, decidieron lanzar su carrera propia elaboraron una lista con eventuales nombres para dirigir a futuro.
"Miraron jugadores para tener en un equipo de la A y también en la B, porque no sabían dónde dirigirían, y empezaron a hacer los seguimientos respectivos. Veían potenciales, pero también mucha visualización, porque a algunos los conocían (Vilches, Leiva, Lobos y Esteban Valencia de la U), pero a otros no y en esos casos averiguaban, siempre pensando en características para una idea donde es fundamental la gestión de espacios y posesión de la pelota. Es un cuerpo técnico que trata de vincular a sus dirigidos con la propuesta buscando el deseo de tener el balón que traen desde niños", cuenta en el club rojo.
En el caso de Lobos, Meneghini lo conoce desde los 14 años, y tras un préstamo en el Celta, no dudó en sumarlo al proyecto. Hoy está en la lista de la selección que jugará Toulón.
El riesgo fue elegir muchos refuerzos sin continuidad, porque salvo la última línea (Andía-Vilches-Alvarado-Wiemberg) el resto venía sin competir: Marcelo Larrondo, Walter Bou, Matías Laba y Sebastián Leyton, estos dos últimos tras superar lesiones graves.
"El cuerpo técnico cree mucho en el proceso de entrenamiento, le entrega herramientas y estímulos a los 28 del plantel y no solo a los 11 titulares. Crea contextos de juego para que el futbolista internalice e interprete y a partir de eso tome las mejores decisiones. No todo es mecanizar, que también se hace, lo primordial es ayudar a que el jugador comprenda el juego. Todo ayuda a que por ejemplo hoy Leiva tenga un rendimiento sobresaliente", revelan en la interna.