Clavecinista Catalina Vicens da nuevo paso docente y discográfico

Catalina Vicens (1983) se ha convertido en un nombre gravitante de la música antigua pues conjuga virtuosismo, curiosidad intelectual y una mirada musicológica propia. Ya ganó el Diapason d'Or -uno de los tres premios discográficos más importantes del mundo- por su disco "Il Cembalo di Partenope" (2017), y ha tocado 60 instrumentos históricos, incluido el más antiguo clavecín "tocable", de 1525. Especialista en la familia de las claves de cuerda pulsada y el organetto , asume en septiembre la cátedra de clavecín en el Conservatorio Real de Bruselas, y acaba de venir a Chile a enseñar en la 1ª Academia de Música Antigua de la Usach.
"Su carrera internacional es muy destacada y tiene un vasto conocimiento, desde la música medieval hasta la preclásica. Como docente es increíble, a cada alumno le dejó algo en qué pensar, algo que podrá aplicar como intérprete", comenta Rodrigo Díaz, director de la academia, que cuenta con apoyo del Fondo de la Música y tiene 23 alumnos con clases individuales todo el año. Sus próximos profesores invitados serán Armando Fuentes (laúd) y John Griffiths (vihuela). La primera fue Catalina Vicens, quien hizo clases magistrales gratuitas de lunes a viernes, con 17 alumnos activos y 30 oyentes.
"Estoy súper sorprendida y de una manera extremadamente positiva. Por la cantidad de alumnos que hubo y porque el nivel fue muy elevado. Aquí hay gente que va a tener mucho que contribuir a la escena de música antigua, y mucho más allá de Chile", dice Vicens.
"En mis lecciones trato una perspectiva de la música que hacemos en los teclados como parte de fenómenos sociales. Intento darles herramientas a cada alumno y despertar su interés por distintos aspectos de la música dentro de la historia, de un movimiento estético o de procesos culturales, y hacerlos también parte de un proceso de investigación activo, como intérpretes", explica.
Cuenta también que ya grabó su próximo disco: "Organic Creatures", que es doble y se inspira en Hildegard von Bingen. "Ella habla de la mujer como creadora de todas las creaturas del mundo, entonces la idea es recorrer los compositores icónicos desde fines del siglo XII hasta comienzos del XVI, pero también transformar este repertorio por medio de la improvisación, en criaturas híbridas, en parte basadas en los testimonios de notación que ellos nos dejaron y en parte en mi imaginación", revela. Las grabaciones se hicieron en órganos de los siglos XV y XVI, y hay composiciones actuales como contrapunto. "El disco será lanzado en septiembre u octubre, por Consouling Sounds, que es un sello conocido por sus discos de post rock. Creo que encontraremos nuevos auditores en esa escena", apunta.
-¿Haber ganado ya el Diapason d'Or le agrega presión?
"Siento responsabilidad, pero creo que debo ser igual de honesta que en el otro disco, y tomar los riesgos que implica el contenido que quiero transmitir".