Tonalá: cinco años en la independencia

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En septiembre del 2014 abrió las puertas Tonalá, un sitio con una oferta centrada en el cine, pero que abarca la posibilidad de comer, tomarse un trago o asistir a un espectáculo en vivo. Muchos le auguraron meses de vida, otros más optimistas, un año, pues su programación se basa en un cine distinto, del que no se encuentra o dura poco en las salas de exhibición comercial. Cinco años después, Tonalá levanta la voz para celebrar y echa la casa por la ventana esta noche con una fiesta conmemorativa. "El trabajo es constante, la remadera es todo el tiempo, gracias a ese trabajo duro hemos logrado mantenernos durante estos cinco años construyendo lo que más hemos podido la cultura alternativa e independiente del país", cuenta el cineasta Salomón Simhon, director y socio fundador de Tonalá. La idea de un lugar así surgió en Ciudad de México hacia el 2012, y a Bogotá se trasladó el mismo concepto: aquí el enfoque ha sido la producción latinoamericana y colombiana. Sobre esta última han tenido grandes aciertos: películas como Las tetas de mi madre, de Carlos Zapata, que permaneció durante 13 meses en la programación; el documental Todo comenzó por el fin, de Luis Ospina, duró un año y cuatro meses, y la multipremiada El abrazo de la serpiente, que se mantuvo durante 10 meses. "Eso fue muy lindo porque los teatros la sacaron de cartelera y nosotros decidimos dejarla y a los meses se conoció la nominación al Óscar", recuerda Simhon. Sin embargo, además de la vasta operación de un lugar en el que funcionan un restaurante, un bar, dos salas de cine, un teatro y un espacio para exposiciones, y de la lucha por mantener una curaduría cinematográfica distintiva, el mayor reto ha sido que la gente se entere de que existe, "estamos en un sitio medio escondido, nos ha tocado muy difícil para atraer a otros públicos que no sean los vecinos del parque Nacional o de La Macarena. No ha sido fácil que venga gente desde otros puntos de la ciudad". ¿Y por qué terminaron en esa enorme y espectacular casona del barrio La Merced? Parecía un buen lugar, central y estratégico, donde dos mundos se podían encontrar. "Nuestra idea era rescatar el cine de barrio que desapareció por completo en Bogotá", agrega el socio, también director del filme Detective Marañón. Por ahora, y con la meta de abrir nuevas sedes en la capital, Medellín y Cali, Tonalá celebra esta noche sus cinco años con una fiesta en la que esperan 600 asistentes. La rumba se tomará los tres pisos. En el primero habrá música y baile de la mano del artista jamaiquino Eschoninco, quien realizará un acto en vivo lleno de dancehall. Luego, estará Barbero, precursor panameño de Cuentos de la Cripta y cantante de la famosa canción Si la vieras bailar. Por último, la salsa seducirá a los presentes con Jorge Navas, que llevará todo el sabor del pacífico colombiano. En el segundo piso, el bar El Discreto Encanto estará abierto a los asistentes con una coctelería inspirada en el universo cinematográfico. Y en el tercer nivel, donde se encuentra la sala Kubrick, estará la artista argentina Delfina -con sus ritmos de R&B- y el DJ Sergio Iglesias, enfocado en bandas sonoras. "Venir a Tonalá es una experiencia. Invito a todos los que no creían en el futuro de este lugar a que vengan, porque es algo muy diferente a ir a un centro comercial, ver una película y salir a montarse al carro", asegura Simhon, que alterna sus labores como director del lugar con la publicidad y los videoclips. La fiesta empezará a las 8 p. m. La entrada por persona cuesta 25.000 pesos y están disponibles en la entrada de Tonalá, ubicado en la carrera 6.ª n.° 35-37, Bogotá. Más información en Cinetonala.co