La salud y su relación con el cambio climático

Por elmerhuerta

Esta semana se inaugura en Nueva York la edición 74 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que tiene al cambio climático y a la salud universal como los dos grandes ejes de la reunión. Hoy haremos un resumen de una reciente y excelente revisión sobre cómo estos dos aspectos se relacionan e interactúan entre sí, publicada en agosto en el ?New England Journal of Medicine?.

El cambio climático constituye ya una importante emergencia de salud pública y sus consecuencias están afectando directamente a los habitantes del planeta.

Debido al impacto de los gases de efecto invernadero (GEI) ?siendo el dióxido de carbono (CO2) el principal?, la Tierra se está calentando rápida y progresivamente. Ahora está 1 °C más caliente que en la era preindustrial, habiéndose documentado que en la última década se presentaron ocho de los 10 años más calurosos de la historia.

Fenómenos meteorológicos extremos como sequías, huracanes, incendios forestales e inundaciones se están volviendo más intensos y frecuentes, y los niveles del mar están aumentando gradualmente por el derretimiento de los glaciares y las capas de hielo.

Debido a esos factores, la salud de los seres humanos se ha ido afectando de forma paulatina. Aquí un repaso de esas consecuencias.

1. Enfermedades cardiovasculares. La combustión de combustibles fósiles, que produce partículas que miden menos de 2,5 micrómetros en diámetro aerodinámico, está asociada a un mayor riesgo de hospitalización y muerte por infartos cardíacos y derrames cerebrales.

2. Dermatología. Las temperaturas más altas y la disminución del ozono atmosférico aumentan el riesgo de cáncer de piel, incluido el melanoma maligno. El calentamiento del océano ha provocado que las llamadas bacterias comecarne ?que normalmente viven en aguas tibias? estén causando infecciones en regiones de aguas frías.

3. Enfermedades digestivas. El cambio climático ?que produce lluvias extremas? incrementa el riesgo de enfermedades gastrointestinales por bacterias como la ?Salmonella? y el ?Campylobacter?, transmitidas a través del agua contaminada.

4. Geriatría. Las personas mayores son especialmente susceptibles a los efectos del cambio climático y a la contaminación del aire generada por combustibles fósiles. Ellos tienen mayor riesgo de muerte por olas de calor, polución y enfermedades infecciosas.

5. Enfermedades infecciosas. Cambios en temperatura y patrones de lluvia originan una distribución geográfica y temporal más amplia y de mayor actividad de algunos insectos, lo que genera una mayor incidencia de enfermedades transmitidas por vectores como malaria, dengue, zika, chikungunya, enfermedad de Lyme y virus del Nilo Occidental. Las infecciones transmitidas por el agua, como el cólera y la criptosporidiosis, se ven fuertemente asociadas al clima, y se incrementan tanto con la sequía como con las inundaciones.

6. Salud mental. Experimentar la amenaza existencial del cambio climático y presenciar desastres naturales, causan ansiedad y angustia, lo cual origina afecciones a largo plazo, como depresión y trastorno de estrés postraumático.

7. Neurología. El calor y la exposición a la contaminación atmosférica por partículas provenientes de la quema de combustibles fósiles y procesos industriales están relacionados a un mayor riesgo de derrames cerebrales. La combustión del carbón también produce mercurio, que es una potente neurotoxina para el feto en formación.

8. Nutrición. Las emisiones de CO2 afectan la nutrición humana al alterar los sistemas climáticos que influyen en la producción de alimentos y disminuyen la densidad nutricional (cantidad de nutrientes) de los cultivos alimentarios.

9. Obstetricia. La exposición a la contaminación del aire, el calor severo, las condiciones climáticas extremas, y la escasez de agua y alimentos, pueden alterar la salud materna y causar resultados adversos para el embarazo, tales como aborto espontáneo, bajo peso al nacer, parto prematuro y mayor mortalidad neonatal. La reciente epidemia del virus del zika y los casos de microcefalia asociados son una prueba del impacto del cambio climático sobre el feto en desarrollo.

10. Pediatría. Los niños menores de 5 años son los que más sufren con el cambio climático, por ello presentan un riesgo mayor de contraer enfermedades debido al calor, los contaminantes del aire, el clima extremo y microorganismos transmitidos por el agua y los vectores.

11. Enfermedades respiratorias. La contaminación del aire por partículas resultantes de la quema de combustibles fósiles acrecienta la prevalencia de asma y causa exacerbaciones de enfermedades respiratorias crónicas. Una mayor producción de polen y temporadas de polen más largas prolongan la duración de enfermedades alérgicas y exacerban las enfermedades pulmonares.

12. Enfermedades renales. El incremento de la temperatura ambiental está relacionado con el fallo renal o la insuficiencia de este órgano: ocasiona desequilibrios electrolíticos y cálculos renales. Por otro lado, el daño de la infraestructura de atención médica ocasionado por eventos climáticos extremos puede interferir con la disponibilidad de diálisis renal a pacientes con enfermedad renal terminal.

13. Traumatología. Los fenómenos meteorológicos extremos, como huracanes, inundaciones e incendios forestales, a menudo causan lesiones físicas agudas que van desde fracturas menores hasta lesiones por aplastamiento.

?Corolario?

No hay duda de que el cambio climático es ya una realidad, y sus efectos sobre la salud humana se están haciendo sentir, amenazando además con socavar la infraestructura de la salud pública y los logros mundiales en este sector.

Ante esta realidad, queda ver qué sucederá en Nueva York esta semana, considerando que los presidentes de Estados Unidos y Brasil han públicamente declarado que el cambio climático es un invento de gente opuesta al desarrollo económico mundial.

Es interesante observar el papel protagónico de adolescentes y jóvenes en las decenas de protestas contra el cambio climático a nivel mundial. Pareciera que ese hecho es una reacción visceral de supervivencia, pues mientras que los mayores de 50 años no estaremos aquí para ver los cambios, los adolescentes se están dando cuenta de que su vida será muy difícil en el mundo que les tocará vivir.

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