El Comercio, Perú
23 de septiembre de 2019
Los últimos cambios en la Ley de Contrataciones del Estado no deben perjudicar al sector salud.
Por óscar lobatónGerente general de B Braun*
El Comercio no necesariamente coincide con las opiniones de los articulistas que las firman, aunque siempre las respeta.
Los medicamentos están una vez más en el ojo de la tormenta. La nueva Ley de Contrataciones del Estado, modificada por DL 1444, plantea garantizar que estos se puedan adquirir a empresas en el extranjero, en caso sea más ventajoso para el Estado. El planteamiento suena interesante, pero su interpretación y ejecución podría tener un impacto económico y social negativo.
Durante más de 10 años, las grandes adquisiciones estatales de medicamentos se han realizado a través de compras corporativas, lo que ha permitido obtener importantes ahorros al Estado.
Esta nueva modalidad no debería aplicar para compras regulares de productos que cuentan con proveedores locales, pues no permitiría una competencia justa y no se daría en igualdad de condiciones. Tampoco significaría ahorro para las instituciones públicas.
Con esto se pondría en riesgo a la industria farmacéutica en el país, sobre todo a la que le vende al Estado, industria que genera empleos directos e indirectos, crecimiento económico, recaudación fiscal, etc.
El Estado tiene la obligación de crear valor público, además de crear políticas que generen expectativas de crecimiento en el país, que demuestren igualdad y libre competencia, políticas de salud que aseguren que el Estado ejecuta sus presupuestos, y con ello asegurar que los ciudadanos tengan acceso a los medicamentos que necesitan de forma gratuita en los hospitales, a tiempo y ?sobre todo? de calidad asegurada. Esto se logra no mirando a la industria con desconfianza, se genera dialogando constructivamente y escuchando para lograr mejorar el sistema de salud. Un remedio real que solucione los problemas de salud del país.
