Ejercicio, el remedio infalible

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Paradójicamente, aunque el ejercicio cansa hace que la gente se sienta más ágil, más tranquila y con mejor actitud. Estos beneficios, según Olga Lucía Estrada -médica fisiatra experta en deportes-, se mantienen siempre y cuando se conviertan en una rutina en la que el cansancio y el dolor tienden a desaparecer y lo grato aumenta. Para entender esto, agrega Estrada, hay que decir que la actividad física regular produce estímulos, tanto en el cuerpo como en la mente, asimilables a los de un medicamento amigable que requiere dosis mínimas. "Y estas dosis, así como el tipo de ejercicio, dependen de cada persona, de su condición física, de su nivel de entrenamiento y hasta de su edad, por lo que es difícil establecer pautas generales que les sirvan a todos", dice. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda de forma genérica que todo adulto debe practicar mínimamente 150 minutos de ejercicio aeróbico (que implica movimiento) moderado o 75 minutos de alta intensidad cada semana. A esto hay que sumarle ejercicios de fuerza (como pesas) para activar grupos musculares grandes, al menos una vez por semana. "Aunque hay que ser claros frente a la evidencia que demuestra que dosis superiores de ejercicio reportan efectos adicionales favorables para la salud integral", remata Estrada. Beneficios indiscutibles María Fernanda Pérez, fisioterapeuta del hospital San Ignacio, explica que los efectos positivos del ejercicio sobre el organismo son resultado de la adaptación de células y tejidos al estímulo, y esto deriva de la interacción de vías moleculares que varían para cada órgano, pero todos se benefician. Por ejemplo, se ha comprobado que, en cuanto a la función cerebral, el ejercicio aumenta la vascularización y el riego sanguíneo, además de favorecer la producción de factores bioquímicos que reparan vías neuronales, disminuyen la oxidación, y con eso se atenúa la progresión de procesos degenerativos. "Esto sin contar que eleva las endorfinas, que mejoran el ánimo, el sueño y producen sensación de bienestar", indica Estrada. Y el cardiólogo Gabriel Robledo señala que el sistema cardiovascular es el que más rápido se favorece con el ejercicio. "Produce efectos antiinflamatorios, incrementa el flujo sanguíneo, disminuye la frecuencia cardíaca, vasodilatación que se traduce en un descenso de la presión arterial y merma en los niveles de grasas malas para el cuerpo", concluye.