Jueves, 28 de Marzo de 2024

Reposicionamiento de Argentina

ChileEl Mercurio, Chile 9 de diciembre de 2019

El pragmatismo y la reinserción al mundo global caracterizaron la diplomacia de Macri.

Culmina su destacada misión como embajador de la República Argentina José Octavio Bordón, acreditado ante los gobiernos de la Presidenta Michelle Bachelet y del Presidente Sebastián Piñera. Ante ambos se desempeñó con la mayor dedicación. El plenipotenciario sucedió a otro eficaz embajador, Ginés González, de hábil gestión para sortear los inconvenientes bilaterales que surgieron de las presidencias de Néstor Kirchner y Cristina Fernández. Los mandatos de estos estuvieron marcados por la autarquía, el proteccionismo, el aislamiento de los mercados globales, y su alianza ideológica con el Alba y los regímenes de Hugo Chávez, Nicolás Maduro y Evo Morales. Le correspondió además a González controlar los graves daños y costosas repercusiones para Chile y las relaciones bilaterales de las ingratas situaciones derivadas de los cortes de suministro de gas argentino y obstáculos al comercio y a las inversiones chilenas.
El embajador Bordón fue incansable y activo en integrarse a los más diversos sectores de la sociedad civil, que lo acogieron calurosamente, en la búsqueda de la hermandad binacional y de oportunidades y acuerdos en favor de las legítimas aspiraciones de bienestar de ambos pueblos. Fue parte de la reinserción de Argentina al mundo global y del pragmatismo que impulsó la diplomacia del Presidente Mauricio Macri, favorable al libre comercio, ajeno al populismo y consciente de la necesidad de desprenderse de las limitaciones que imponen las cargas ideológicas a la política exterior.
El embajador saliente venía precedido de una destacada trayectoria: anterior candidato presidencial, exembajador en Estados Unidos, exgobernador de la vecina provincia de Mendoza -históricamente, la de mayor vinculación con Chile- y directivo del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI). Aprovechó debidamente su prestigio y los profundos y antiguos lazos en nuestro país. Entre estos, está el de haber colaborado reservadamente en la difícil aprobación, por el gobierno y legislativo argentinos, del Tratado de Paz y Amistad de 1984.
Principal atención prestó Bordón a la integración física, incluida la construcción de nuevos complejos fronterizos; el más importante, el de Cristo Redentor. Valiosa fue su contribución a la simplificación de los trámites aduaneros y migratorios transfronterizos, que suelen hacer inútiles las obras públicas por su prolongación, al tiempo que obstaculizan el turismo y el tránsito de personas y mercaderías. En materia comercial, contribuyó al protocolo adicional de complementación económica y al intercambio energético: después de más de una década, el 50% del gas importado proviene de Argentina. Son también numerosos los acuerdos relevantes alcanzados en materias culturales, de defensa y seguridad, científicos, educacionales y tecnológicos que se pueden incorporar a este balance.
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