Cauteloso el sector de alimentos

La industria de alimentos ha comenzado a sentir la presión económica, pese a que en los años 2018 y 2019 recibió una inyección adicional de fondos en el Programa de Asistencia Nutricional (PAN); y de cara al 2020 la situación luce poco halagüeña y hasta pudiera empeorar, advirtió el economista Gustavo Vélez.
Indicó que será un año de mucha incertidumbre, pues aún falta por ver si Puerto Rico recibirá los $40,000 millones prometidos para la recuperación después del huracán María, no se sabe qué ocurrirá con el programa de Medicare y tampoco si Puerto Rico será incluida en el programa de alimentos SNAP, como el resto de los estados. Además, queda por resolver el tema contributivo de las compañías foráneas.
A esto se añade que aún está latente una posible recesión a fines de 2020 en los Estados Unidos, lo que podría agravar la situación económica en Puerto Rico, dijo por su parte, Chantal Benet, economista de Inteligencia Económica.
"Hay que mirar el 2020 con mucha cautela, hacer estrategias y no caigan en el espejismo de los fondos federales. No monten el plan de sus empresas en algo que no controlamos", indicó Vélez a un centenar de socios de la Cámara de Mercadeo, Industria y Distribución de Alimentos (MIDA). Agregó que no descarta que haya consolidaciones en el sector en los próximos años.
Las estadísticas recopiladas por su firma Inteligencia Económica arrojan un cuadro preocupante. Hasta el mes de agosto de 2019 las ventas en el renglón de supermercado estaban 12% por debajo en comparación con ese mismo periodo de tiempo el año anterior. Y en el renglón de restaurantes la contracción estaba en 4% al comparar los primeros siete meses de 2019 versus el mismo periodo en 2018.
El número de supermercados ha disminuido en la pasada década, de 972 que había en el 2009 a 793 en el 2018; igual ha ocurrido con los restaurantes, en particular con los "fast foods", los cuales han bajado de 2,072 a 1,904.
"Ambos sectores, supermercados y restaurantes, ya están sintiendo la presión, y la rebaja a 7% en la tasa del IVU (Impuesto sobre Ventas y Usos) no ha tenido el efecto esperado en las ventas", manifestó el economista.
Cabe destacar que este año, se limitó a 5% el dinero en efectivo que pueden retirar los tarjetahabientes del PAN, lo que los obliga a comprar el 95% del dinero que reciben en alimentos. Esto, se supone que provocaría un alza en ventas en los supermercados.
"Los indicadores económicos, en su mayoría, están en negativo o con una relativa estabilidad, excepto los recaudos del gobierno. Pero en el 2020 incluso los recaudos gubernamentales podrían entrar en problemas debido al tema de las foráneas", dijo el economista.
Uno de los asuntos que más le preocupa es la migración, pues en la pasada década el país perdió el equivalente al 16% de la población. Si continúa esa tendencia, en pocos años la población podría descender a 2.7 millones, y eso sería mortal para la recuperación de los comercios, y por ende para la economía.
Otra preocupación de Vélez es la dependencia del país hacia los fondos federales. "Puerto Rico se ha vuelto altamente dependiente de los fondos federales. Se recibieron $27,000 millones en el 2018, eso equivale al 40% del Producto Nacional. Cada día más, la gente compra salud, comida o medicinas con dinero federal", aseveró Vélez.
Asimismo, el 45% de los hogares puertorriqueños reciben el Seguro Social, siendo esta la jurisdicción federal con el porcentaje más alto. Y más de una tercera parte es recipiente del PAN.
Para Vélez, hay pocos indicios de que la economía mejorará en el 2020.