Boricua asume vital cargo

ORLANDO.- El aguadeño Kelvin Soto fue designado presidente de la Junta Escolar del Condado de Osceola, distrito académico que agrupa la mayor cantidad de puertorriqueños en Florida.
Su designación realmente marca su regreso a la posición más alta del cuerpo que toma decisiones sobre las operaciones del departamento de educación del Condado de Osceola (donde ubica Kissimmee) ya que en el 2016 logró ocupar esa silla, convirtiéndose entonces en el primer puertorriqueño en liderar esa junta rectora.
Su retorno a la presidencia cobra un matiz diferente este año pues su selección ocurre en momentos en que el estado de la Florida podría posicionarse como el estado con la mayor población puertorriqueña fuera de la isla, crecimiento que tuvo un gran momento de aceleración a partir del 2017 tras el paso del huracán María por Puerto Rico.
"Me siento muy orgulloso de saber que los otros miembros de la junta tienen confianza en mis habilidades, reconocen mi dedicación para servir a nuestra comunidad y mejorar la educación pública", dijo Soto a El Nuevo Día.
El distrito escolar del Condado de Osceola tiene 79,000 estudiantes. El 62% son latinos y más de la mitad de estos son puertorriqueños, recordó el funcionario.
"Quiero aprovechar esta oportunidad para continuar con el esfuerzo de todos los que trabajamos en este distrito escolar y asegurar a nuestros padres que sus hijos estarán seguros y aprendiendo", dijo Soto.
Su elección como presidente estuvo en manos de los otros miembros de la junta. Su gestión en esa posición será por un año.
Proyecto emblemático
Soto dio a conocer lo que será su proyecto emblemático como ejecutivo de ese cuerpo rector: viejos autobuses escolares convertidos en bibliotecas móviles para servir a niños que viven en viviendas temporales, muchos de los cuales son boricuas.
El proyecto, denominado SMART BUS, comenzará en enero de 2020 con dos autobuses que en estos momentos están en proceso de ser reconstruidos y habilitados con computadoras, aire acondicionado mesas y sillas para acomodar hasta 50 estudiantes cada uno.
"Es un proyecto piloto que, si nos resulta como esperamos, iremos ampliando", dijo Soto, quien es abogado de profesión.
"Íbamos a retirar esos buses pero decidimos darle este nuevo uso con la meta de alcanzar a cerca de 500 niños que viven en hoteles y viviendas temporeras que no tienen una computadora para hacer sus tareas. Además, servirá para que los padres puedan ver las comunicaciones de las escuelas y las calificaciones de sus hijos", explicó.
En principio, el área de prueba serán los hoteles y viviendas temporeras que ubican en la carretera 192 de Kissimmee, explicó. Este corredor vial es una avenida comercial donde abundan comercios y hoteles, y algunos de estos se ubicaron a decenas de familias puertorriqueñas desplazadas desde Puerto Rico tras el paso del huracán María en el 2017.
Pero también, por allí residen otras familias -muchas hispanas- que por carecer de recursos económicos para comprar o alquilar una residencia adecuada, viven mes a mes en hospederías de bajo costo.
Soto explicó que la idea es que los autobuses se trasladen de lunes a viernes y permanezcan durante una hora en cada hospedería o área residencial y así irán rotando. La meta es que cada autobús logre servir a 88 estudiantes cada semana.
Aparte del servicio de biblioteca electrónica, a los menores se le ofrecerá alimento que será provisto por el Departamento de Nutrición del Condado, adelantó.
"En un futuro vamos a considerar ampliar el servicio durante los sábados y domingos. Muchos de estos niños son puertorriqueños y sé que este proyecto tendrá un impacto importante", dijo. "Además, ayudará a los padres a sentirse tranquilos de saber que nuestro distrito está pendiente a sus hijos más allá del horario escolar", agregó el funcionario.
En Florida y otros estados las escuelas públicas están dirigidas por juntas escolares que son electas por los ciudadanos durante procesos eleccionarios. Es decir, estos son funcionarios no políticos pero electos por los residentes.