Viernes, 29 de Marzo de 2024

Triangulación política y agenda Colombia

ColombiaEl Tiempo, Colombia 15 de diciembre de 2019

Buena parte de la crisis política que ha enfrentado la administración Duque proviene del fenómeno de la ‘triangulación política’ que le lidera el expresidente Uribe

Buena parte de la crisis política que ha enfrentado la administración Duque proviene del fenómeno de la ‘triangulación política’ que le lidera el expresidente Uribe. Los cienciopolitólogos describen esa ‘triangulación’ como la estrategia de robarle las banderas políticas a la oposición con la idea de debilitarla. En efecto, Uribe impulsó, a finales del 2018, la idea de proceder a reajustar anticipadamente el salario mínimo legal (s. m. l.) del 2019 y de hacerlo de forma "generosa" para supuestamente generar más demanda agregada de los hogares y así reducir (supuestamente) una tasa de desempleo que había venido escalando de forma preocupante del 8,9 % hacia el 9,7 % durante 2015-2018. Si bien el debate público de los tecnopols logró disuadir la necia idea de anticipar esa negociación, el gobierno Duque repitió en 2019 el error de Santos de reajustar nuevamente el s. m. l. por encima de la inflación y de las ganancias en productividad laboral, desbordando en 3 puntos porcentuales (p. p.) dicha "formula universal". Aunque la economía ha tenido un moderado rebote hacia un crecimiento del 3 % en su PIB real durante enero-septiembre (versus el 2,5 % del año pasado), el deterioro en el frente laboral se ha agravado al promediar ahora un desempleo abierto del 10,7 % durante enero-octubre del 2019 (representando +1 p. p. frente al año pasado). Dados estos irrefutables resultados negativos en el frente laboral, provenientes del encarecimiento arbitrario del costo laboral del s. m. l. que afecta el 70 % de las nóminas del país, la administración Duque debería estar recapacitando sobre el daño hecho y la forma de contener ese explosivo desempleo. La recomendación obvia es que Duque-Uribe abandonen la estrategia de triangular las pésimas ideas económicas de la izquierda que la derecha ahora ha venido implementando, anticipando para ya los problemas que ellos quieren evitar bajo un eventual gobierno de Petro. Resulta casi infantil el argumento de que esas banderas populistas debe tomarlas la centroderecha para evitar que llegue al poder, en el 2022, el populismo castro-chavista-bolivariano-socialista. Es apenas obvio que si se adoptan políticas populistas, se tendrán deterioros inmediatos en las variables macro-económicas sobre las cuales se juzgará el desempeño de Duque. Estas variables son, esencialmente, la inflación (acelerándose ahora hacia el 4 %; el desempleo, hacia el 11 %, y el crecimiento del PIB real, estancado cerca del 3 %). Así, la simple métrica del ‘índice de sufrimiento económico’ (inflación + desempleo - crecimiento) nos indica que llegaremos este año al 11,5 %, contra el 10,3 % del 2018. Por todas estas razones, la administración Duque debe rechazar esa otra iniciativa de ‘triangulación Uribe’ al proponer primas laborales adicionales. De aprobarse, ellas incrementarían el multiplicador de costo laboral por encima del 50 % existente, y con ello se borraría parte del progreso logrado al bajarlo del 63 % a través de la Ley 1602 del 2012. Otro elemento antiempleo precisamente provino de haber revezado parte del abaratamiento laboral que se había logrado con los ajustes de los horarios nocturnos y dominicales. El estratega político Dick Morris (Power Plays, 2002) señalaba que si el adversario tenía un "rollo-político-popular", podría ser válido arrebatarle esa bandera, pero la idea central era solucionar ese problema con los instrumentos propios y no con las erradas políticas de los adversarios. Duque y Uribe harían bien en repasar mejor los fundamentos de la ‘triangulación política’, pues en vez de estar solucionando los graves problemas con políticas económicas ortodoxas, ellos están adelantando la implementación de las políticas populistas de López Obrador en México y que Petro aspira a llevar a cabo en Colombia a partir del 2022 (¿acaso son ellos ya sus jefes de campaña?).
Robarle banderas a la oposición
Sergio Clavijo
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