Jorge Olguín: "Chile se ve reflejado a través de mis películas de terror"
El cineasta estrena el 30 de enero su nueva cinta, "La casa", con la actuación de Gabriel Cañas y en la que asegura haber vuelto a sus orígenes.
Jorge Olguín confiesa que "Gritos del bosque", su anterior película, fue una experiencia que le dejó un sabor agridulce. Filmada en 3D en 2012 y exhibida en festivales de cine a partir de 2014, la cinta nunca tuvo un estreno comercial en salas locales. "Quedé muy contento con el resultado, aunque obviamente que la falta de posicionamiento en cine fue algo pendiente. Pero las cosas pasan por algo", afirma el cineasta a pocos días de estrenar "La casa", una cinta que debuta el 30 de enero y con la que afirma haber vuelto a sus orígenes.
Según cuenta, "toda la experiencia con 'Gritos...' me hizo querer regresar a un cine de guerrilla, cargado con esa energía, y hacer un cine más íntimo. Quería hacer una película más fuerte, volver al género de terror más duro".
En efecto, el director de "Ángel negro" (2000) ha hecho una última película, como él mismo lo ha descrito, destinada a asustar. Y lo logra con la historia de un policía, interpretado por Gabriel Cañas, que en el Chile de 1986 debe investigar unos ruidos extraños al interior de una casona abandonada. Al ingresar vivirá una experiencia aterradora.
El lugar no es otro que la mítica Casona Dubois, de Quinta Normal, que aunque no se menciona formalmente en la cinta, sí fue su inspiración y su locación para los exteriores. El interior se rodó, con la ilusión de tiempo real y un largo plano secuencia, en una casa abandonada en Valparaíso.
Fiel a este "cine de guerrilla", Olguín no solo dirigió y escribió el filme, sino también manejó la cámara, compuso la música y se encargó del sonido: "Siempre me ha gustado manejar la cámara, así que es algo que siempre he intentado hacer. Pero también me senté a hacer el diseño sonoro, porque sentí que estos no podían estar separados, tenían que unirse para construir la atmósfera".
Olguín afirma que decidió ambientar la película en 1986, porque fue durante los 80 cuando la Casona Dubois (hoy un centro cultural) estuvo abandonada. Pero también porque el Chile en tiempos de dictadura es clave para varias de las sorpresas del filme.
"Mi cine siempre ha sido político, desde 'Ángel negro', que hablaba del bullying , hasta 'Gritos...', que giraba en torno a la cosmovisión mapuche. Creo que Chile se ve reflejado a través de mis películas de terror. Este género es mi paleta de colores; es la forma a través de la que yo me expreso y doy a conocer mis puntos de vista sobre la realidad que me rodea", sostiene.