Se extraña desde todo sentido

E l almuerzo de domingo en familia, sin mirar el reloj, sin el apuro de tener en mente el horario de largada de la primera, han sido el común denominador de estas tres jornadas domingueras en mi casa.
Desde primera hora se extraña la falta de competencias en Maroñas y Las Piedras, el lunes de anotaciones, el martes de estudio y de armado de Ovación Turf. Los viernes de inicio de fin de semana, alguno de ellos desde el Leguisamo, la gran mayoría en el barrio de Ituzaingo con las seis de la tarde como inicio de reunión. Las sabatinas canarias y las dominicales de Maroñas son, semana a semana, el trabajo, en el lugar de los hechos, lo cotidiano, lo normal para uno.
La posibilidad de ir a las mañanas de vareo, subsanan un poco la falta de la adrenalina de cada una de las competencias que uno ve fin de semana tras fin de semana.
El COVID-19 nos ha llevado al tele trabajo, al poder comunicarme con los compañeros de Ovación vía whatsapp o telefónica y extrañando todo lo que nos rodea y que hoy valoramos aún más, por causa de una pandemia que nadie sabe cuándo llegará a su fin.
¿Tenemos que pasar por estas circunstancias para valorar lo que realmente tenemos? No.
Disfruto de los almuerzos en familia sin tener que salir corriendo, también las cenas de sábado y domingo, pero nuestro trabajo está en los hipódromos, en la redacción, en un estudio y en la radio. Quedate en casa.