Jueves, 25 de Abril de 2024

Libros a cuarentena, en el regreso de bibliotecas

MéxicoEl Universal, México 3 de julio de 2020

(Material enviado por el Servicio Sindicado) Yanet Aguilar Sosa CIUDAD DE MÉXICO, julio 3 (EL UNIVERSAL)

(Material enviado por el Servicio Sindicado)



Yanet Aguilar Sosa

CIUDAD DE MÉXICO, julio 3 (EL UNIVERSAL).- Cada biblioteca y cada archivo de México deberá adecuarse a la nueva normalidad. En las bibliotecas públicas del país ya no podrá haber grupos de jovencitos haciendo la tarea, hombro con hombro, en una mesa; ni las bibliotecas universitarias podrán recibir a los 500, mil o 2 mil alumnos al día. No habrá estantería abierta ni jornadas maratónicas de investigadores revisando legajos en los archivos históricos.

Las bibliotecas y archivos, como todos los espacios culturales, deberán reabrir sus puertas tras la pandemia conforme a lineamientos y protocolos de bioseguridad ante el Covid-19; prevalecerán todas las medidas de higiene y sana distancia, el uso obligatorio de cubrebocas, pero también una manera distinta de hacer uso de libros, expedientes y documentos. Incluso las escuelas de bibliotecología y archivística se preparan para una nueva dinámica.

Saben que el regreso será distinto y aunque priva un compromiso común por regresar con todas las medidas de bioseguridad para el personal y los usuarios, que tiene que ver con un regreso gradual y un arranque en atención a 30% de su capacidad, hay discrepancias en cuanto a cuestiones más específicas, como el tiempo de resguardo que deben tener los materiales que han sido consultados o prestados.

Los bibliotecarios han consensuado que cumplirán un periodo de 14 días para evitar cualquier contagio; en tanto que el Archivo General de la Nación (AGN) propone que la reserva de los materiales sea sólo de 24 a 48 horas en promedio, y si acaso que no rebase cuatro días.

"No me imagino en dónde voy a poner todos los documentos de 14 días que estoy prestando a diario durante 14 días. Tendría que tener una bodega enorme para tenerlos en catorcena", afirma Carlos Ruiz Abreu, director del AGN, quien dice que lo más seguro es que los pongan 24-48 horas en un lugar seguro para luego volver a ser prestados.

"Esto que estamos haciendo es muy importante en el contexto actual de la pandemia, pero nosotros de todas maneras tenemos un protocolo del manejo de volúmenes, de documentos, de cajas, de expedientes, del papel mismo, de toda la memoria escrita que está en el Archivo. Usamos batas, cubrebocas, guantes para tratar los documentos por parte de los trabajadores; igual se les exige a investigadores el uso de guantes y cubrebocas", señala Ruiz Abreu.

El historiador asegura que han tomado como base protocolos de instituciones como la Biblioteca Nacional, el Instituto Politécnico Nacional, el Instituto Nacional de Antropología e Historia, la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía. "En ningún estudio que hayamos revisado hemos sabido que este virus dañe los papeles o la tinta de los documentos, sabemos que se pone en reserva, lo vamos a reservar unos días por seguridad del personal y de los investigadores".

En materia de bioseguridad, para el regreso de las bibliotecas a la nueva normalidad, la Asociación Mexicana de Bibliotecarios (Ambac) no ha parado, desde hace mes y medio ha organizado siete webinarios que les han generado más de 9 mil seguidores y más de 24 mil vistas en su canal de YouTube; incluso, el 10 de junio pasado, cuando presentaron los "Lineamientos para la apertura de bibliotecas ante la emergencia sanitaria por Covid-19", 4 mil personas siguieron en vivo la presentación.

Marisela Castro, presidenta de Ambac, asegura que los libros que salgan de la biblioteca o sala de lectura se van a tener que separar 14 días. "Eso es lo que nosotros recomendamos con base en la consulta de varias instituciones de México y fuera del país. Ya será decisión de cada quien que los mantenga ese tiempo o menos".

También Norma Angélica Antonio, directora de Acervo Bibliohemerográfico de la Subsecretaría de Educación de la Ciudad de México, al dar cuenta del lineamiento que han desarrollado, dijo que se necesita cuarentena para los materiales. "Hay muchas diferencias entre el tiempo que se debe poner al papel en cuarentena, la OMS habla de 24 horas, la DGB hace esta recomendación, muchos hablan de las 72 horas en bibliotecas de EU y en otros países, nosotros hablamos de 14 días, lo seguimos discutiendo, pero creemos que la mejor herramienta para lograr una desinfección segura en el material son 14 días, señala.



Retorno tranquilo



El AGN está a unos días de publicar el Protocolo de bioseguridad para la administración de archivos en el contexto de esta pandemia, pero además, al interior de ese recinto que resguarda el más importante acervo documental de México, ya tienen planteados nueve protocolos para el personal, para el ingreso de investigadores, sanitario, de limpieza y desinfección, para áreas laborales y de uso común, de uso de comedor y consumo de alimentos, para estancia en salas de consulta, biblioteca y centro de referencia, y para regular las consultas.

"Nos hemos estado planteando y replanteando el regreso a la nueva normalidad, hemos estado trabajando todas las áreas implicadas del Archivo e hicimos no uno sino varios protocolos, hicimos un plan gradual para el regreso seguro a las actividades", asegura Ruiz Abreu.

La Ambac ya ha publicado y está en recepción de comentarios de sus Lineamientos con la idea de que pueda aplicarse a todas las bibliotecas del país, públicas y privadas, universitarias o estatales. "Lo que proponemos es que cada biblioteca defina sus propias políticas y medidas de dirección y control de acuerdo a su tamaño, a los usuarios que tiene, a las medidas oficiales de los gobiernos federal, estatal, municipal e institucional", afirma Marisela Castro.

El tema de la enseñanza para escuelas de bibliotecología y archivística también será distinto. Brenda Cabral, coordinadora de la carrera de Administración de Archivos y Gestión documental de la Facultad de Filosofía y Letras de las UNAM, asegura que para la enseñanza el Covid-19 también implica retos.

"Lo primero es un protocolo de bioseguridad de regreso a clases, capacitar a todos los docentes en las competencia digitales y la colaboración entre diversas áreas de la universidad, hay por ejemplo un taller en el que los alumnos acuden a prácticas a un archivo y deben estar interactuando con documentos, con archivos, o sea realmente el taller de nada serviría a distancia. Estamos viendo qué materias sí requerirán de presencialidad y cuales se pueden dar a distancia", señala.
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