Atienden brote de COVID-19 en Camuy

La coordinadora a cargo del proyecto municipal en el Departamento de Salud, Fabiola Cruz López, indicó ayer que prestan vigilancia al desarrollo de casos en el barrio Quebrada, en Camuy, donde ya se han reportado dos fallecidos y tres casos más positivos a COVID-19.
La administración municipal dirige ese monitoreo con su epidemióloga, Cristina Sosa.
Las últimas dos semanas han sido desdichadas para el barrio Quebrada, en Camuy, luego que dos de los suyos -de esos que son muy queridos en la comunidad-, padre e hija, enfermaron y murieron a causa del COVID-19.
Héctor Acabá del Valle, de 76 años, y su hija Rocío Acabá Raíces fallecieron con unas horas de diferencia a consecuencia del virus SARS-CoV-2.
La tragedia es devastadora para la familia Acabá del Valle, que sin haber dado sepultura a sus muertos, tiene a otros dos de sus miembros con diagnósticos positivos, uno de ellos hospitalizado.
Vivian, hermana de Rocío e hija de Héctor, está recluida bajo condición de cuidado también como paciente de COVID-19. Su hermano, Abiesel, resultó positivo a este virus, sin embargo, no ha requerido hospitalización.
En tanto, la matriarca de la familia, Elsa del Valle Raíces, fue hospitalizada y aunque se tenía como un caso sospechoso de COVID-19, el resultado de la prueba molecular descartó ese diagnóstico.
Ayer, se supo que Armando Legarreta, otro vecino de esta comunidad, también padece el virus, aunque se ha mantenido asintomático y en aislamiento desde el lunes, cuando supo el diagnóstico.
Su caso en particular es muy vigilado porque es candidato a representante del Partido Popular Democrático (PPD) por el distrito 15 y ha estado en contacto con mucha gente debido a la campaña política primarista y porque labora en un centro de salud en Quebradillas.
No se sabe con certeza dónde Rocío, quien fue la primera en enfermar de su familia, se contagió, pero se cree que esté relacionado con un vecino del barrio que llegó desde Estados Unidos para una fecha próxima al Día de los Padres y con quien la camuyana tuvo contacto.
Según don Ferdinand Pérez, amigo entrañable de la familia, Rocío, quien era una mujer extremadamente servicial y querida por sus compueblanos, era quien cuidaba a sus padres, quienes rebasan los 70 años con una salud menguada.
"En el barrio, la quieren más que al padre, y mira que él era una persona querida", comentó Pérez.
Tanto Rocío como don Héctor y Vivian tenían condiciones previas de salud.
Entre los seis hermanos Acabá del Valle, hay otros tres -un varón y dos mujeres- que han dado negativo a las pruebas que les han realizado en este tiempo en el que han visto su familia disminuir, y con la esperanza de que el coronavirus no siga golpeándolos tan duramente.