Jueves, 18 de Abril de 2024

Microfinanzas se robustecen en el mercado

El SalvadorLa Prensa Gráfica, El Salvador 4 de agosto de 2020

El sector de la micro y pequeña empresa en El Salvador encontró en las instituciones financieras no bancarias reguladas (IFNBR) uno de los principales aliados como fuente de fondeo para capital de trabajo y emprendimientos en 2019.

Leonel Ibarra
El sector de la micro y pequeña empresa en El Salvador encontró en las instituciones financieras no bancarias reguladas (IFNBR) uno de los principales aliados como fuente de fondeo para capital de trabajo y emprendimientos en 2019.
De hecho, las principales entidades financieras consultadas reportan un crecimiento a doble dígito en sus cifras de créditos (especialmente para las mipymes).
En este mercado existen 11 IFNBR que el año pasado totalizaron $640.5 millones en cartera de crédito y reportan activos por $2,051 millones, de acuerdo con datos de la Superintendencia del Sistema Financiero.
De estas, la más grande, por activos, fue la Federación de Cajas de Crédito y Bancos de los Trabajadores, con $538.7 millones; seguida de la Asociación Cooperativa de Ahorro y Crédito Visionaria (Bancovi), con $322.3 millones y la Asociación Cooperativa de Ahorro y Crédito del Colegio Médico de El Salvador (Comédica), con $300.5 millones.
Bancovi tiene una trayectoria de 55 años y desde 2004 es el primer banco cooperativo de El Salvador siendo la primera cooperativa que se somete al proceso para obtener la regulación y supervisión del sistema financiero nacional. Jacqueline Muñoz, gerente general de la institución, dice que el año pasado se habían establecido una meta de crecimiento de $30 millones en depósitos y créditos, pero superaron "con creces la meta de crecimiento establecidas en casi el doble" para ambas carteras.
Al cierre 2019, la cartera de créditos de Bancovi alcanzó un saldo de $224.8 millones, obteniendo un crecimiento de 32.2 % en relación al año anterior y la cartera de depósitos creció en $66.6 millones, equivalente a un 39.8 %.
"La robustez y estabilidad que nos caracteriza permite mantener la calificación de riesgo en grado de inversión BBB+, la cual fue ratificada con dos prestigiosas calificadoras autorizadas por el sistema financiero, quienes reflejan la perspectiva de inversión estable a largo plazo en Bancovi, siendo atractiva y segura para el manejo de los ahorros e inversión de sus asociados y clientes", dice Muñoz.
Este banco cooperativo cuenta con un portafolio de productos y servicios financieros como cuenta a la vista, cuentas programadas, certificados a plazo y cuenta corriente. También son emisores de papel bursátil y, próximamente, dicen que generarán una titularización.
Otra entidad cooperativa que destaca en el ranking de El Salvador es Comédica. José Leónidas Pastor, gerente financiero, opina que en general, se puede considerar que el crecimiento experimentado durante 2019 en cuanto a la cartera crediticia fue "satisfactorio" (y alcanzó los $4.6 millones), impulsado por las hipotecas, consumo y empresas.
A juicio de Pastor, el sector de las entidades financieras no bancarias está creciendo "de manera sostenible" y su contribución al desarrollo y crecimiento del sistema financiero, en general, "es relevante"; principalmente en momentos que prácticamente la banca comercial del país es transnacional, la cercanía con el cliente se vuelve un elemento clave.
"Se tiene cobertura geográfica mediante nueve agencias ubicadas en las tres zonas del país, lo cual nos permite acercar y atender las necesidades se productos y servicios financieros a nuestros asociados; adicionalmente, se cuenta con otros canales tecnológicos de servicio que facilitan el proceso de sus operaciones y nuestra principal ventaja es el servicio personalizado, con lo cual se logra su fidelización y preferencia", dice el ejecutivo.
Similar opinión tiene, Edwin López, gerente de Finanzas y Tesorería de Credicomer, señala que la dinámica del modelo negocios que utilizan se basa en definir los atributos que se deben conocer de los clientes y su actividad económica y la experiencia del personal en atenderlos de cerca y acompañarlos en su crecimiento.
"Hemos diseñado modelos de evaluación que nos favorecen y agilizan la toma de decisión en la aprobación de las solicitudes que nuestros clientes presentan, así como también los programas de educación financiera que damos gratuitamente a nuestros clientes, donde fortalecemos su capacidad empresarial en áreas fundamentales como mercadeo, ventas, finanzas y contabilidad", expresa López.
La cartera de préstamos de Credicomer cerró el año pasado en $80.1 millones, creciendo un 35.5 % en comparación a 2018, es decir, $21.2 millones más. Los fondos captados por el público son ya de $79.5 millones entre depósitos y títulos valores, y el patrimonio sumó $17.4 millones.
"Sobrepasamos las metas que nos fijamos en la planificación del año", resume López.
En El Salvador, al igual que en el resto de Centroamérica, la mayoría de instituciones bancarias, fieles a su modelo de administración de riesgo que les rigen desde sus casas matrices, en muchas ocasiones no atienen al segmento de la mipyme por estar en la informalidad.
Para las IFNBR esta ha sido una oportunidad para atender estos sectores de mercado y no solo con otorgamiento de créditos, sino también para fomentar el ahorro, el poder hacer transacciones desde sus cuentas pagando servicios, movilizando sus fondos por medio de aplicativos móviles y electrónicos, entre otros.
Los expertos coinciden en que los últimos dos años han sido favorables para el sistema financiero salvadoreño en general por la abundancia de liquidez y circulación de capital que dan las entidades. Así, los sectores de colocación de créditos como vivienda, consumo, comercio y servicio han venido teniendo buenos resultados.
Sin embargo, dada la paralización de las actividades productivas por la pandemia del covid-19, el segmento que atiende las entidades no bancarias será uno de los más afectados en la contracción económica que se espera.
En opinión de José Leónidas Pastor de Comédica, para sortear los efectos inmediatos de esta crisis, la principal estrategia a implementar es mantener niveles apropiados de liquidez, para hacer frente inmediatamente a retiros imprevistos de efectivo y pago de las obligaciones de corto plazo; paralelamente, adoptar una política de austeridad total en gastos, por pequeños que estos pudieran parecer así como, una vez reactivada la economía, enfocar las gestiones del negocio, en el crecimiento de la cartera crediticia y otras fuentes generadoras de ingresos.
Por su parte, López, gerente de Finanzas y Tesorería Credicomer, señala que el papel de las IFNBR va a ser fundamental, no solo la movilidad de fondos y pagos, sino un camino más acelerado por medio de herramientas digitales para atender todo tipo de trámites de los clientes.
En este contexto reconocen que algunas metas serán complicadas de lograrse, pero todavía hay buenas proyecciones. Comédica preve crecer en promedio el 8 % a 10 % en activos productivos, salir a operar el ramo de seguros, con dos compañías ya creadas, tanto para personas como de daños, y la construcción de un edificio para la agencia en el municipio de San Miguel.
Al cierre del año, Credicomer espera alcanzar los $100 millones de saldo de cartera de préstamos, mantener niveles de rentabilidad sobre patrimonio a de doble dígito y diversificar las fuentes de fondeo.
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