Jueves, 28 de Marzo de 2024

Paroxismo dramático

UruguayEl Pais, Uruguay 9 de agosto de 2020


Unas veces es el resultado de la acción periodística, en el acoso de las preguntas y la oferta y sugerencia de posibles desenlaces catastróficos


Unas veces es el resultado de la acción periodística, en el acoso de las preguntas y la oferta y sugerencia de posibles desenlaces catastróficos. Otras veces es el político que empieza los temas por el final, no transita primero por el escalón uno, luego el dos y así hasta el diez sino que empieza por el diez. Veamos algunos ejemplos.> > El asunto del fiscal Díaz. Podría haber sido una oportunidad de discusión tranquila sobre sus competencias, riesgos, cambios, etc. Pero el asunto fue llevado de una al pedido de renuncia o, mejor, directamente destitución. Con lo cual se desbarató toda posibilidad de reflexión y, por vía del exceso, se neutralizó el tema: no va a pasar absolutamente nada.> > El desafuero del Senador Manini podría haber sido una oportunidad -tardía pero admisible- de reflexionar sobre el pasado inmediato y las sombras que todavía proyecta la forma en que de él se salió. Pero dado que antes de que el asunto empezara ya se lo planteó como una bomba, definitiva crisis de la coalición de gobierno y así resonó en los titulares y en los tuits, terminó ahogado en su propio estruendo: no va a haber ningún desafuero, no va a haber ninguna consecuencia para el gobierno ni para nadie y, una vez más, no va a haber un tratamiento sereno (y útil) del tema.> > Algo similar se produce cuando a un asunto menor y casi trivial se lo convierte en amenaza alarmante. Un caso de discusión absurda y sobredimensionada es la que se generó y se encrespó en torno a los allanamientos nocturnos. Asistí a un programa de televisión en el cual la Dra. Goyeneche lo consideró un inminente peligro nacional. Los allanamientos, con los debidos resguardos, se pueden hacer hoy con luz del día pero serían un atentado peligrosísimo si se hacen con luz eléctrica. Esa es la única diferencia; y sobre eso escuchamos perplejos el torrente de adjetivos y el gesto azorado de la dicente y otros dirigentes frenteamplistas.> > Quiero aludir al tono de un reciente comunicado de la Comisión de Programa del Frente Amplio que preside Ehrlich. Allí se lee textualmente que "el gobierno tiene una forma de hacer política que amenaza el sistema democrático". Y agrega más adelante que "la coalición gobernante actúa como un ejército de ocupación en territorio enemigo". ¡Tomá!> > Al Dr. Ehrlich no le lleva el apunte casi nadie, ni afuera del Frente ni adentro; quien había tomado en serio algo de eso fue la Sra. G. Villar la cual, en su discurso inaugural, cuando acababa de ser nominada como candidata a la Vicepresidencia por el Frente Amplio, dijo que en el Uruguay de ahora el asunto era entre la oligarquía y el pueblo. No bien bajó de la tarima alguien la llevó aparte y le dijo: pará nena, la cosa no va por ahí, nos vas a hacer perder un montón de votos. Y Villar no incluyó nunca más en sus discursos las cosas en las que ella cree.> > Contrasta la serenidad y la paciencia con que se expresan quienes tienen que manejar al país en medio de una tormenta que es grave de verdad. Ahí está Álvaro Delgado, Secretario de Presidencia, siempre calmo y positivo. (No quiero agregar al propio Presidente porque todavía tiene encima una montaña de elogios argentinos). El Uruguay supo tener una vida política fuerte pero no melodramática tipo novela centroamericana. El aspaviento es poco uruguayo.>
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