Viernes, 29 de Marzo de 2024

"La Niña" trajo menos lluvias y más fluctuación térmica diaria

ChileEl Mercurio, Chile 22 de octubre de 2020

Ha habido días bastante calurosos, pero también mínimas matinales más propias del otoño. Se cree que el fenómeno climático traerá olas de calor en el verano.

Cuando se creía que el comienzo de las lluvias a mediados de este año iba a marcar definitivamente el fin de la megasequía, la irrupción del fenómeno de "La Niña", la variante fría de la oscilación térmica en las aguas del Pacífico ecuatorial, ha puesto una señal de incertidumbre.
Desde agosto que prácticamente no se han producido precipitaciones en la Zona Central y el Norte Chico de Chile, lo que podría llevar a que el déficit de agua caída este año todavía se empine por sobre el 50%, reconocen los especialistas.
El escenario es un poco mejor que el del año pasado, cuando la merma llegó a 72%, pero todavía no refleja una recuperación.
Racionamiento de agua
"Las lluvias de invierno ayudaron. Donde se veían cerros pelados o con vegetación de color café, producto del estrés hídrico, hoy se ve mucho más verde. Aún así, hay muchas zonas con vegetación seca que podrían ser potencial fuente de incendio hacia el verano", dice Víctor Aguilera, biólogo y oceanógrafo del Centro de Estudios Avanzados de Zonas Áridas (Ceaza).
"El regadío de primavera-verano no depende de las lluvias, sino de las reservas que se han acumulado durante el invierno en forma de deshielos de nieve o glaciares y el aporte de acuíferos. La agricultura podría sostenerse por ahora con esta especie de cuenta de ahorro", sostiene Ariel Muñoz, geógrafo de la Universidad Católica de Valparaíso.
De todas maneras, el especialista reconoce que el bosque viene saliendo de un déficit hídrico acumulado. "La precipitación por sobre la media respecto de los últimos años que se registró esta temporada podría no ser suficiente. Tal como se vieron recuperaciones, hay zonas en que el follaje se ha vuelto a secar muy rápido. Hay una mezcla de condiciones", afirma.
Para el físico y climatólogo de la Usach Raúl Cordero, la situación no es mucho mejor que el año pasado. "Embalses importantes como El Yeso van a llegar al verano con lo justo, si se mantiene el déficit podría venir un racionamiento de agua", sostiene.
La clave será como evoluciona "La Niña" hacia el verano, coinciden. La tendencia es que la baja de precipitaciones se consolide y que lleve a un verano muy seco y probablemente con olas de calor.
Aluviones e incendios
"La Niña" también ha influido en que los días de primavera tengan mayores fluctuaciones entre las mínimas y máximas diarias que lo habitual en primavera. Esto porque se produce una intensificación de los vientos tanto a nivel costero y del interior, lo que reduce la humedad y el ambiente en algunas zonas se pone más frío.
Esto ha sido especialmente notorio en el Norte Chico. "El final del invierno fue más soleado que la primavera en la Región de Coquimbo. En cambio, durante septiembre y octubre han predominado los días nublados con mucho viento", explica Aguilera.
En Santiago se ha caracterizado por una primavera con extremas calurosas, por sobre los 25 grados en algunos casos, pero con mañanas y fines de la tarde más propias del otoño, incluso bajo los 12 grados.
Otro efecto esperado de "La Niña" es que traerá un invierno boliviano mucho más intenso, advierte Cordero, lo que podría traducirse en aluviones en el norte del país.
También le preocupa la zona austral. "La Niña traerá allá menos precipitaciones y mayor presencia de vegetación seca, por lo que hay que tener cuidado con los incendios forestales. El Incendio de Torres del Paine de 2011 justamente ocurrió durante La Niña".
Dos fases opuestasDos fases opuestas
Los fenómenos de "El Niño" y "La Niña" son dos fases opuestas en la oscilación de los patrones meteorológicos del Pacífico ecuatorial que ocurren cada cierto número de años y que traen consecuencias climáticas en gran parte del mundo. El fenómeno de "La Niña" es una fase de enfriamiento de las aguas entre medio a un grado centígrado debido a que los vientos que soplan al oeste se vuelven más intensos. Esto incide en Chile en una disminución de las precipitaciones y de la humedad. En cambio, cuando se presenta "El Niño", los vientos soplan en dirección contraria y el Pacífico tiende a calentarse entre medio a un grado centígrado. En Chile esto se traduce en mayor humedad y precipitaciones.
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