Turismo alternativo en la Costa caribe

Por supuesto, es encantador caminar por las calles del centro histórico de Cartagena, este es uno de los programas a los que los turistas deben apuntarse si viajan por primera vez al Caribe colombiano. No obstante, existen otros planes que se salen de los circuitos tradicionales. Son aquellos que no se limitan a que los visitantes naveguen en catamarán en la isla de San Andrés o que entren al Museo del Caribe en Barranquilla. Aquí exploramos algunas experiencias distintas. Un baño de lodo en el volcán del Totumo Quienes llegan al corregimiento de Galerazamba, a 40 kilómetros de Cartagena, lo hacen con la ilusión de nadar y flotar en un pequeño mar de lodo. Trepan cerca de 20 metros por una escalera de madera que los lleva hasta la boca del volcán del Totumo. Allí se sumergen en un líquido gris y espeso al que se le atribuyen propiedades curativas que contribuyen a mejorar la salud. El lodo tibio fluye permanentemente y cubre por completo a los turistas. Un sombrero

vueltiao gigante El sombrero vueltiao es un símbolo del Caribe colombiano que se aprecia a gran escala en el municipio de Juan de Acosta, 35 kilómetros al suroccidente de Barranquilla. Allí se levanta el parador turístico Santa Verónica, cuyo techo es un sombrero vueltiao gigante y donde los viajeros pueden obtener información sobre distintos destinos del departamento del Atlántico. En el parador también es posible probar platos típicos de la zona. El magnetismo del Aviario Nacional A unos 15 kilómetros de Cartagena se puede visitar uno de los atractivos turísticos que más auge ha tomado en los últimos años: el Aviario Nacional. Este espacio, que cuenta con alrededor de 138 especies de aves y 1.800 ejemplares, tiene entre sus habitantes, ejemplares de flamencos rosados, de tucán caribeño y de águira arpía. Allí los turistas pueden apreciar diferentes ecosistemas y observar la variada biodiversidad del país. Se va el caimán, se va el caimán "En la población Plato se volvió un hombre caimán". Así comienza la canción que habla de un caimán que "se va para Barranquilla". La canción nace del cuento de un hombre que bebe una pócima para espiar a las mujeres en el río Magdalena. En el municipio de Plato, en el departamento del Magdalena, es posible acercarse a esta tradición oral al visitar el Parque del Hombre Caimán, donde se levanta un monumento alusivo a la leyenda. Mompox es mágico En una isla del río Magdalena se levanta el municipio de Mompox (Bolívar), cuyo centro histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, ya que solía ser el sitio donde los españoles guardaban el oro y la plata antes de llevarlo por mar hasta Europa. Por esta razón allí se pueden comprar joyas y artesanías que han sido elaboradas por orfebres locales.