Jueves, 18 de Abril de 2024

Iniciativas en las que la ecoeficiencia es protagonista

ColombiaEl Tiempo, Colombia 30 de octubre de 2020

Se estima que los equipos de circulación vertical, escaleras eléctricas o ascensores, pueden llegar a representar hasta el diez por ciento del consumo energético total de un edificio, con los costos que ello implica

Se estima que los equipos de circulación vertical, escaleras eléctricas o ascensores, pueden llegar a representar hasta el diez por ciento del consumo energético total de un edificio, con los costos que ello implica. Por lo general, deben operar hasta por 14 horas continuas en espacios de gran afluencia de personas, donde deben ofrecer un funcionamiento óptimo y seguro en cada uno de los viajes que realizan. Y es que el consumo energético reducido con eficiencia mejorada marca el rumbo del transporte vertical actual. Con miras a reducir el derroche de energía que causan estos equipos, los más recientes avances tecnológicos permiten hoy una gestión inteligente de los "tiempos muertos" u horas donde su demanda se reduce sustancialmente. "Las escaleras eléctricas, así como los ascensores, han tenido una evolución y una mejora importante en temas de ahorro de energía. Generalmente, el consumo de estos elementos en edificios es de alrededor del diez por ciento, pero con los sistemas actuales estamos hablando de un siete o hasta un cinco por ciento", afirma David Mora, docente de Interiorismo Sostenible de LCI. En lo que respecta a las escaleras eléctricas, es común ver que los modelos recientes de estos equipos se hacen más lentos o sencillamente se detienen cuando no se utilizan durante un periodo de tiempo prolongado. La ecoeficiencia de las escaleras eléctricas actuales está dada, principalmente, por una programación tal que regula la velocidad de su funcionamiento en los lapsos donde un centro comercial, por ejemplo, recibe una cantidad reducida de visitantes; como en las primeras horas de la mañana o hacia las 3:30 p.m. en días entre semana. En la misma línea, estos equipos incorporan sensores que detectan el nivel de tráfico en todo momento. Jairo Castro, gerente de desarrollo de Negocios Estratégicos de Estilo Ingeniería, explica que "cuando no hay tráfico, las escaleras pueden bajar su velocidad a un 20 por ciento y el consumo de energía también se ubica en ese orden. Uno las ve moviéndose muy lentamente hasta que el sistema detecta que una persona se acerca, cuando la escalera suavemente acelera a su velocidad normal y queda funcionando así hasta un tiempo después de que sus pasajeros se hayan bajado, algo que es programable". Básicamente, estas mejoras en escaleras eléctricas utilizan mecanismos llamados inversores. "Con estos elementos, el equipo no trabaja en picos (en su total capacidad o se apaga), sino que encuentra puntos de equilibrio donde se puede trabajar a menor velocidad, con una menor potencia y, por tanto, utilizando menos energía", acota el docente de LCI. Así mismo, es posible programar periodos de reposo en la escalera; si transcurrido un determinado tiempo de operación a baja velocidad donde ningún usuario abordó el equipo, este se detiene y entra en un periodo de ‘stand by’. Así se logra una reducción significativa del consumo de energía.
Alternativas útiles, prácticas y confiables
Las escaleras mecánicas y rampas móviles se han convertido en unos equipamientos indispensables para la vida diaria, porque desplazan un gran volumen de personas de forma continua y rápida en diferentes edificaciones. Por la importancia que tienen en los centros comerciales, aeropuertos y hospitales para citar algunas construcciones, estas estructuras son unos elementos de diseño que deben estar integrados en la arquitectura del complejo donde se colocan. Frente a este tema, Eddie Cerón, técnico en mantenimiento de Ascensores Balaguer, señala que las diferencias en cuanto a aspectos técnicos que poseen las escaleras de las rampas son en sus pendientes, longitud y otros factores importantes para garantizar la seguridad de los usuarios. "Las escaleras mecánicas tienen un ángulo de 30 grados, son de peldaños o escalones en aluminio y otra aleación, el recorrido es mucho más corto y pueden llegar a tener hasta 15 metros dependiendo del sitio de instalación", precisa Cerón. Mientras que las rampas móviles, dice Cerón, son de menor grado de inclinación, tienen una longitud mucho más larga de 50 y hasta 80 metros; en este caso son de tablillas de material aluminio con otra aleación. Al hacer referencia a las escaleras eléctricas, según el Manual de Escaleras Eléctricas, que se elaboró para la construcción del Centro de Convenciones Neomundo, en Bucaramanga, con la asesoría del Fondo Nacional de Turismo (Fontur), estos dispositivos mecánicos se construyen con escalones de 40, 60, 80, 90 y 100 centímetros (cm) de anchura. Ahora bien, en los almacenes se utilizan peldaños de 60 cm de ancho; en instalaciones públicas especialmente en estaciones, en las que hay que contar con horas punta, se usan de 100 cm de amplitud.
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