El Salvador exportó menos café pero a un mejor precio

Javier Orellana
Las exportaciones de café se han reducido. Sin embargo, el grano salvadoreño se está vendiendo en promedio a mejores precios en comparación a otros años.
De acuerdo a las estadísticas oficiales que reporta el Consejo Salvadoreño del Café (CSC), las exportaciones entre enero el 1 de octubre de 2019 y el 30 de septiembre de 2020 sumaron 596,920 quintales, casi 20 % menos que los 742,913 quintales que se vendieron en el período anterior.
Sin embargo, el precio promedio fue de $155.25 por quintal, superior a los $139.14 del ejercicio anterior y a los $149.81 del ciclo 2017-2018.
Estados Unidos es el principal comprador de café salvadoreño, con el 44.3 % del total; seguido por Alemania, con el 9.2 %; Japón, con 8.8 %; e Italia, con 7.8 %.
Ricardo Esmahan, director ejecutivo de la Asociación de Beneficiadores y Exportadores de Café de El Salvador (ABECAFE), explicó que alrededor del 70 % del grano se exporta con base en los precios de referencia de la bolsa, es decir el Contrato C, que cambia de precio cada día en Nueva York según la oferta y demanda. El resto son los cafés especiales, que son los que dan "renombre" al país por la calidad.
Así los cafés que el CSC clasifica como "comerciales", en su mayoría de mediana altura, se han vendido a un precio promedio de $128.90 por quintal y los "inferiores" en $89.013. Mientras que los cafés "diferenciados", que incluyen el gourmet, orgánicos, de comercio justo, entre otros, tuvieron un precio promedio de $172.90.
Cuando en Europa, Asia y en Estados Unidos se implementaron medidas de confinamiento, que incluyeron el cierre de establecimientos comerciales, los cafés especiales se vieron afectados, ya que el principal destino de estos son "coffee shops" que venden a consumidores con un paladar más educado.
Ahora, aunque se están implementando medidas en algunos de estos países, Esmahan considera que no se volverá a un cierre total como el que hubo en ciertos meses de este año.
De hecho la Organización Internacional del Café (OIC) advirtió en un estudio publicado en abril, de un aumento en la demanda por que muchas personas estaban abasteciéndose en supermercados.
Sin embargo, en el segmento especial, la pérdida de poder adquisitivo, podría llevar a consumidores a sustituir los cafés de alta calidad, por alternativas más económicas. Este impacto sería adicional al que dejaría el cierre de negocios como hoteles, restaurantes y cafeterías.
En julio la OIC publicó el último estudio de impacto de l covid-19 en el sector cafetalero. El documento señala que en los países productores también se vio una reducción en el consumo por el cierre de los negocios, pese a un aumento en la compra para tomar en casa.
"Esto claramente resalta la importancia del comercio electrónico y otras innovaciones en la venta al por menor en los países exportadores de café", dice la OIC.
Del Contrato C, que se cotiza en la bolsa de Nueva York, dependen muchos productores. Este ha oscilado en el año entre un mínimo de $93.65 en junio y un máximo de $134 en septiembre.
Esmahan explicó que la volatilidad se debe a la oferta y la demanda. Cuando los precios han llegado a su punto más bajo, es por un excedente de café en el mercado.
En los últimos días el precio ha comenzado a subir, el director ejecutivo de ABECAFE considera que eso puede deberse a afectaciones climáticos. De mantenerse la situación así en los mercados, los productores podrían beneficiarse.
En ese sentido, para aprovechar esos precios, el país tendría que aumentar su producción; sin embargo, la cosecha 2019-2020 ha sido una de las más bajas en la historia y rompió la recuperación, lenta pero sostenida, de El Salvador.
"Si no tenemos el café que el mercado que verdaderamente el mercado desea de El Salvador, es una situación que tenemos que ver internamente", dijo Esmahan.
El riesgo de depender del Contrato C es que la cosecha de uno de los gigantes, como Brasil, podría inundar el mercado y botar los precios.
Lograr un café de mejor calidad que se venderá fuera de la bolsa depende de factores como las prácticas agronómicas, el clima y la variedad del árbol. Es decir que las fincas que no están en estricta altura también tienen una oportunidad.
"Hay bajíos y medias alturas que tienen buena taza y se venden muy bien, hay otros que no. Ahí depende de las sostenibilidad y la consistencia de los productores, ¿qué cuanto yo cuido mi cafetal?", enfatizó el director de ABECAFE.
Para la OIC, la producción mundial de café para el ciclo 2019-2020 será de 169.34 millones de sacos de 60 kilogramos, 2.2 % más baja que la del año cafetero anterior.
Esto se debe a que la producción de café arábica, que es la especie que se cultiva en Centroamérica y que se cotiza a mejores precios, disminuyó 5 % . Mientras que la especie robusta, que suele venderse a precios más bajos y se utiliza más para café instantáneo aumentó un 1.9 % .
Al mismo tiempo, el consumo mundial podría tener un leve descenso de 0.5 %, a 167.81 millones de sacos, por la recesión económica y las limitantes al consumo fuera de casa, según la OIC.
Esto significaría que el año cafetalero terminaría con una sobreoferta de 1.54 millones de sacos, pero sería menor a la de 4.4 millones del año 2018-2019.
"Hay bajíos y medias alturas que tienen buena taza y se venden muy bien, hay otros que no. Ahí depende de las sostenibilidad y la consistencia de los productores".
"Se prevé que el consumo mundial descenderá (...) dado que la pandemia sigue ejerciendo presión en la economía y limita el consumo de café fuera de casa".