La UC nunca muere: empató con Unión con dos menos y otro gol clave de Zampedri

"E s muy grande el portón", gritaba Ariel Holan desde el banquillo, para insistir que el camino estaba por los pasillos interiores. "La salida que está fácil es de Salomón con Marcelino (Núñez) y luego descargar para afuera", completaba el técnico argentino, cuyo equipo hasta la primera media hora tenía bien aceitadas las presiones y gobernaba el trámite a partir del manejo de la pelota, que para esta Unión Española es tan vital como el agua.
Pero la jornada se le empezó a arruinar al líder a partir de la inconducta y del celo del VAR. A Diego Buonanotte se le fue la pierna en una jugada insignificante en la mitad de la cancha y golpeó al paraguayo Leguizamón: expulsado. Recién ahí el anfitrión empezó a discutirle la posesión. Se activó Carlos Palacios, Felipe Fritz empezó a desbordar a Rebolledo y Ronald González aportó con su intermitencia.
Con desventaja numérica, el mapa inicial que dispuso Holan en los duelos se fue al demonio (Saavedra-González, Marcelino-Núñez y Aued-Méndez) y decidió reordenar el diseño con un 4-4-1 sin balón, retrocediendo a Núñez y Valencia por los costados.
El mazazo siguiente llegó con un penal en el área cruzada, producto de una mano del canterano Carlos Salomón ante un disparo de Ignacio Núñez, que el videoarbitraje le advirtió a José Cabero. "No los toquen que van a cobrar todo", gritaba segundos antes Ronald Fuentes, demostrando que la ruleta referil da y quita. La joya Palacios no perdonó ante Matías Dituro y colgó el 1-0.
La malaria para la UC no se quedó ahí, porque al rato Salomón derribó a Daniel Castro y se ganó la segunda amonestación. Con dos menos, Holan activó el plan de emergencia: metió a Parot y dispuso un 4-3-1 para postular a una hazaña.
El partido desde ahí parecía cómodo para el local, porque la cancha le quedó muy grande a los volantes cruzados. Y con la pelota bajo la suela, los rojos fluyen: insistieron en la amplitud e ingresó Mario Sandoval para afinar la precisión en la distribución.
Pero la proeza se agazapaba en un rincón y los cruzados nunca dejaron de creer ante un rival que se conformó demasiado. Un tiro libre del costado, en el tiempo agregado, encontró el cabezazo increíble de Fernando Zampedri, que se metió en el arco norte, con un Álvaro Salazar impotente.
"Rescato la actitud del equipo, pusimos mucho huevo; cuesta con dos jugadores menos, es muy valorable", destacó Alfonso Parot, defensor cruzado.
"Me quedo con coraje y amor propio del equipo, el empate es merecido", dijo Holan. Y agregó: "Mis futbolistas jugaron con una pasión enorme, pero también fueron inteligentes. Por eso grité tanto el gol, es el esfuerzo de un equipo que va primero, pero que quiere volver a ser campeón".
El DT reconoció que las expulsiones pusieron al equipo contra las cuerdas, "pero aún así nos creamos ocasiones".
Claro: fue una gesta gigante, tanto como el tricampeonato, que quedó un puntito más cerca.