La visión de un especialista chileno
"Lo ocurrido en Dresden es un notable ejemplo del delicado ejercicio de la restauración profesional
"Lo ocurrido en Dresden es un notable ejemplo del delicado ejercicio de la restauración profesional. Tras los exhaustivos análisis aportados por los científicos, Christoph Schölzel pudo discriminar química y mecánicamente las distintas capas que componen el cuadro: los barnices, la suciedad y las policromías originales y tardías", explica el reconocido restaurador de pinturas Hernán Ogaz.
"Este trabajo fue ejecutado a pulso y con un fino escalpelo, afilado por el mismo restaurador. Se trata de un delicado y microscópico 'decapado', que sería el mejor procedimiento para retirar el repinte extemporáneo. Es como una cirugía, plantea riesgos similares", señala Ogaz.
Ogaz concuerda con la decisión de revelar la pintura oculta, a la luz de los nuevos antecedentes. "El motivo develado, el Cupido, ha logrado recuperar la sensación de profundidad visual y semántica dañadas por el desconocido inquisidor". El restaurador recalca la importancia simbólica de cada elemento del cuadro. "En los Países Bajos se transmitían complejos mensajes por medio de imágenes, símbolos y disposiciones de elementos. Era el mejor medio para transmitir ideas en una sociedad mayormente iletrada. Hoy no siempre alcanzamos a interpretar, de buenas a primeras, el significado de muchas de esas obras. Este descubrimiento mejora la interpretación y ayuda a una mejor valoración de la obra, su autor y la época en que fue pintada", concluye.