Jueves, 25 de Abril de 2024

"Hay un antes y un después de 'Luis Miguel, la serie'"

ChileEl Mercurio, Chile 27 de octubre de 2021

Los creadores de la producción, que estrena mañana su tercera y última temporada en Netflix, hablan de los desafíos de mostrar los pasajes más oscuros de la vida del cantante y la alta vara que la historia les deja a otras ficciones biográficas.

En 2016, cuando la serie de Luis Miguel era todavía solo un proyecto, sin el respaldo de Netflix ni elenco de actores, Carla González Vargas, la productora que impulsó su creación, le comentaba a "El Mercurio" que quería que esta producción biográfica tuviera un estándar comparable al de premiadas ficciones como "Todos vs. O. J. Simpson". Cinco años después, y ad portas de estrenar la tercera y última parte de la producción, la también escritora dice estar satisfecha con el resultado.
"Todos los involucrados hemos aprendido y crecido mucho. Han pasado cinco años de esta maravillosa aventura que nos cambió la vida, pero lo que nunca cambió fueron las ganas y el compromiso con el proyecto. Estamos muy contentos con lo que la serie ha logrado para nuestro medio y nuestro mercado", asegura a este diario a través de una videollamada.
En la temporada final de "Luis Miguel, la serie", que debuta mañana en Netflix, se verán -como ya es común en la ficción- dos líneas temporales paralelas. Una incluye la segunda mitad de los años 90, cuando el artista empieza a ver una posible proyección internacional de su carrera, pero sigue lidiando con complicaciones a nivel personal, y la otra muestra quizás la etapa más oscura de su historia, cuando en años recientes ha enfrentado problemas de adicciones y demandas legales que lo tuvieron al borde de la quiebra, y donde surge la opción de contar su vida a través de esta ficción.
"Tratar de hacer tres temporadas con la historia de alguien que está vivo es complicadísimo, al igual que escoger qué partes de su vida se van a contar", dice Pablo Cruz, showrunner de la serie, al tiempo que recalca que todo lo que se ve en pantalla es la versión del propio Luis Miguel sobre los hechos. "El esfuerzo aquí fue tratar de dar con las claves correctas en base a la experiencia que habíamos tenido con la primera y segunda temporadas".
Hay pasajes que quedan fuera de los últimos seis episodios; sabido es que Aracely Arámbula, pareja del cantante entre 2005 y 2009 y madre de dos de sus hijos, no quiso ser parte de la producción. Sin embargo, González señala que lo más importante se abordó. "Estamos haciendo esto de la mano de Luis Miguel. Pusimos lo que él estuviera dispuesto a compartir, porque también tiene derecho a mantener ciertas cosas en su vida privada. Establecimos un acuerdo entre la primera y segunda temporadas sobre lo que venía y lo que queríamos abordar, y tras una plática muy profunda se decidió que lo que estábamos incluyendo era lo más relevante que lo había marcado como persona, y después no volvimos a debatir qué se tocaba y qué no", explica.
Algo que sí se explora es su mediático romance con la cantante Mariah Carey, entre 1998 y 2001, quien es interpretada por la actriz y cantante británica Jade Ewen. "El papel de Mariah fue muy difícil de castear", admite González. "Estuvimos buscándola por todos lados durante mucho tiempo, porque ella físicamente no es de una etnia específica. Queríamos alguien que fuera de una cultura foránea, no una latina pretendiendo ser americana. Además, queríamos a alguien que pudiera cantar". Plantea que Ewen, fuera de cumplir con esos requisitos, estuvo dispuesta a viajar a filmar a México en plena pandemia.
Uno de los desafíos que enfrentó este ciclo, que se filmó junto con el segundo, fue trabajar en envejecer a Diego Boneta para interpretar a Luis Miguel en 2017. El actor luce casi irreconocible bajo los prostéticos y maquillaje. Cruz dice que lograr ese cambio fue complicado para el rodaje. "El tiempo que tenía que pasar Diego en la silla de maquillaje cada mañana y al final del día para removérselo nos quitaba horas de filmación, y además, tienes un actor agotado porque debe estar sentado cuatro horas, y luego con kilos y kilos de goma y látex en la cara, actuar y mostrar emoción", destaca. "La temporada se diseñó pensando en cuánto tiempo puedes tener a Luis Miguel en esa edad". Cambiar al actor, como sí se hizo con otros personajes de la serie para mostrar el paso de la edad, no era opción. "Pasó por nuestra cabeza cinco segundos, pero no hay nadie como Diego. Él es tan el héroe de esta serie como Luis Miguel".
González, cuya productora Gato Grande se lanzó con esta ficción, sabe que la vara que deja "Luis Miguel, la serie" es alta. "Su historia en términos narrativos es riquísima, compleja, profunda; se prestó para juntar dos factores: la música con la que crecimos y una trama apasionante. No es algo que se encuentre todos los días". Por lo mismo, dice que han recibido propuestas para hacer otras bioseries, pero las han rechazado. "No porque seas conocido por un talento en particular quiere decir que tu historia sea extremadamente interesante", señala y Cruz añade: "Hay un antes y después de 'Luis Miguel'. Al que le toque hacer la próxima tendrá que ver cómo hace para superarla".
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