La nueva forma de comer legumbres

N 2016, LA DISEÑADORA GRÁFICA Ana María Aninat (39) comenzó un período de posnatal de un año tras el nacimiento de su tercer hijo, Benito, diagnosticado con síndrome de Down.
-Además del síndrome, él venía con varias patologías asociadas, entre esas, una enfermedad al corazón bastante complicada, así que sabía que yo tenía que dejar de trabajar en un lugar fijo, y me iba a tener que independizar para estar más tiempo con él -cuenta.
Hasta ese entonces, Ana María se había desempeñado a tiempo completo en la creación de páginas web, logos y manejo de redes sociales. Al año siguiente, usó esos conocimientos para promocionar de forma digital sus celebradas preparaciones caseras de hummus.
-Siempre que cocinaba hummus en mi casa, me decían que me quedaba muy bueno -recuerda entre risas-. En un momento me hizo clic, dije: qué pasa si comienzo a emprender con este producto, que es tan integral y que además es muy delicioso.
Hoy, su emprendimiento The Love Co (ex I love hummus) tiene nueve variedades de hummus -siete a base de garbanzos, uno de porotos negros y otro de lentejas-, todos a $4.990, que destacan por la calidad de sus materias primas, sus originales combinaciones de sabores, como berenjena con paprika, jengibre con zanahoria y ajo chilote con merkén, además de su sofisticada tecnología de envasado y sellado al vacío.
Actualmente, distribuyen a más de 90 comercios, desde cadenas de supermercados hasta tiendas de alimentos saludables como Dellanatura y Aldea Nativa. También cuentan con delivery en su página www.loveco.cl y están próximos a iniciar una alianza con Amazon para llegar a mercados de Estados Unidos y México.
UNA MARCA EN EXPANSIÓN
-Yo soy una emprendedora bien innata, siempre estoy generando ideas; traté de emprender en otras cosas anteriormente, pero nada fue tan exitoso como esto -dice Ana María.
Durante las primeras etapas del emprendimiento, se asoció a su padre, el abogado Cristián Aninat, para vender sus preparaciones bajo la marca I love hummus. La propuesta fue un éxito y de vender por las redes sociales pasaron a participar en ferias y exposiciones gastronómicas como Foodservice y Mercado Mastica, en el Parque Bicentenario. Además, son parte de ProChile y del programa Mujer Exporta.
La buena llegada de su producto, dice, se debe a la versatilidad del hummus en las preparaciones, además de sus múltiples propiedades nutricionales.
-Las legumbres son muy necesarias para la salud, tienen una cantidad de fibra increíble, son antidepresivas, generan serotonina, son anticancerígenas; la cantidad de bondades que tienen son impresionantes. Uno debiera comer tres veces a la semana, y de repente cuesta harto que los niños, por ejemplo, coman porotos o el clásico plato de lentejas -dice-. El hummus puede reemplazar la mantequilla en un sándwich, acompañar una ensalada, un picoteo; puedes mandarlo en la colación, agregarlo a un taco o a una pizza. Hay un millón de formas de utilizarlo, y a los niños se les puede atraer mucho de esa forma. En ese sentido, nosotros somos la revolución del mundo de las legumbres, porque proponemos nuevas maneras de comerlas.
Otra cosa que los diferencia es su innovadora fórmula sin conservantes ni aditivos, y una tecnología de envasado y sellado al vacío que permite una duración de vida útil de hasta dos años sin refrigeración. Un trabajo que desarrollaron junto al laboratorio OK Alimentos, y que el año pasado les llevó a ser seleccionados entre 50 pymes chilenas para ser parte del primer Catálogo de Innovación Alimentaria del programa Transforma Alimentos, impulsado por Corfo y el Ministerio de Agricultura.
-Son productos con los que puedes viajar, guardarlos en la despensa y tener un stock un poquito más grande sin que se eche a perder, y a la vez, tienes un alimento que es 100% natural, con materias primas de primera calidad, por eso puede ser un poco más caro que la competencia -dice Ana María, y agrega-; pero si tú lees las etiquetas, te encuentras con un producto que no tiene ningún preservante ni ningún aditivo, y todos los ingredientes los entiendes, no tiene nada extraño.
Este año, la marca pasó a llamarse The Love Co, y el equipo actual está conformado por 10 personas, con una alta presencia de mujeres jefas de hogar. Además, acaban de trasladarse a una planta de producción de 300 metros cuadrados en Santiago Centro, en donde esperan crear nuevos productos. Uno que estarán lanzando durante estas semanas serán unas galletas crackers, veganas y sin gluten, hechas a base de legumbres.
-Estamos en planes de seguir creciendo en México y estamos viendo a varios importadores en EE.UU.; queremos expandirnos a otros mercados, somos parte de un programa de la ONU con España, no pudimos viajar por la pandemia, pero hicimos varios contactos ahí -adelanta Ana María-. Eso es lo que viene, potenciar la marca a nivel internacional, porque todo lo que se puede hacer en Chile es exportable.