El Comercio, Perú
2 de julio de 2022
Tras dos años se realizó la Gran Regata con veleros artesanales. Pescadores piden ley que los proteja.
Por gladys pereyra colchado
Carlos Periche detiene el motor de su bote y mira hacia la orilla para buscar los tres puntos que ha marcado en su mente: el ángulo de la sombra del faro en el cerro, la intersección de dos plataformas de petróleo, la porción del tanque de agua que se ve a lo lejos. Su cabeza funciona como un GPS y si el cálculo de esas referencias imperceptibles para cualquiera es correcto, ahí están los peces. O deberían.
Es miércoles 29 de junio, Día de San Pedro y San Pablo, en la caleta Cabo Blanco de Piura, y Carlos, pescador como su padre y su abuelo, lanza el anzuelo al mar. Esperar se ha vuelto la parte difícil. Tiene 56 años y casi toda su vida se ha dedicado a la pesca artesanal. Solo en esta caleta son unos 600 pescadores como él que han visto cómo cada año su fuente de trabajo y alimentación disminuye. ?Antes apenas lanzabas el cordel ya picaban. Había cabrillas de 6 kg, meros de 30 kg, Ahora con suerte te salen de un kilo. Hay muchos pequeñitos que dan pena?, dice. A los 10 minutos de espera pica un peje blanco. Carlos se asegura de que el tamaño sea adecuado, lo coloca en un balde azul y vuelve a esperar. Minutos después sale una cabrilla voladora. Esta sí es chica. La mira, hace una maniobra rápida y la devuelve al agua.
?Renacer de la regata?
Cabo Blanco vivió en los años 50 su época dorada por ser hogar del merlín negro más grande del mundo (707 kilos, pescado en 1953). Por este mítico pez, hace 66 años el escritor estadounidense Ernest Hemingway pasó una temporada en la caleta intentando encontrar uno similar para la película ?El viejo y el mar?. De esos tiempos, apenas quedan fotos. Ahora no solo es casi imposible encontrar ejemplares grandes, sino que los pescadores se sienten abandonados por un gobierno que no apareció en la pandemia.
Por eso, ese mismo miércoles se realizó la Gran Regata del Siglo después de dos años de suspensión. La carrera de veleros artesanales, Patrimonio Cultural de la Nación, fue una oportunidad para intentar ponerse nuevamente en el centro de la atención de este deporte.
Carlos Chapilliquén, presidente del gremio de pescadores organizador de la regata, explicó que también buscan alertar sobre la necesidad de una pesca artesanal responsable. Todos los que participaron son pescadores que están en la misma situación que contaba Periche.
?La pesca de arrastre está depredando el mar, hace lo mismo que un tractor en el campo jalando todo. Nosotros usamos cordel y anzuelo, por eso podemos seleccionar?, asegura.
No solo son pescadores, Orlando Córdova, propietario del restaurante Cabo Blanco, explica que cuando abrió el local en los años 80 había abundancia de cherela, hoy casi desaparecida. ?Todo eso encarece los pescados y los platos. Es una cadena?, señala.
Para el lunes se reprogramó el debate de la nueva Ley General de Pesca en la Comisión de Producción. El martes pasado no se discutió por falta de quórum. Carmen Heck, directora de Políticas de Oceana Perú, explica que el principal pedido es garantizar que las 5 millas, zonas de reproducción y refugio de muchas especies, esté libre de embarcaciones con redes de cerco de arrastre mecanizado.
