Con amplia presencia del PC, Embajada de China celebra su aniversario destacando el comercio
La convocatoria del gobierno chino fue enorme
La convocatoria del gobierno chino fue enorme. Decenas de personas hacían fila para saludar al embajador de ese país en Chile, Niu Qingbao, y su esposa, Yuan Jun, en el hotel Sheraton, ayer a las 13:00 horas. Eran los anfitriones del evento para celebrar el 75° aniversario de la fundación de la República Popular China, que se remonta al triunfo del Partido Comunista Chino bajo Mao Zedong en 1949.
En el Salón San Cristóbal había numerosos diplomáticos chilenos y de otros países, así como representantes de ramas castrenses de legaciones extranjeras. Se sumaban académicos, algunos empresarios y parlamentarios. Hasta ahí, se trataba de un encuentro usual convocado por una embajada.
Lo distinto, en esta ocasión, era la alta presencia de dirigentes del Partido Comunista de Chile. Su presencia se entiende en el contexto de las relaciones que existen entre las tiendas comunistas china y chilena.
Alejados en la zona derecha del salón estaban el presidente del PC, Lautaro Carmona, y la secretaria general, Bárbara Figueroa. Próximo a ellos estaba Juan Andrés Lagos, el histórico dirigente de ese partido que trabajó en la Subsecretaría del Interior hasta junio, cuando fue removido por Manuel Monsalve, luego de una serie de polémicas y declaraciones. Más tarde se sumaron el senador Daniel Núñez y el exconvencional Marcos Barraza.
Del gabinete llegaron las dos ministras del Partido Comunista: la titular de la Secretaría General de Gobierno, Camila Vallejo, y la del Trabajo, Jeannette Jara. En primera fila ante el escenario, además, se ubicó el subsecretario de Fuerzas Armadas, Galo Eidelstein.
Como parte de la extensa delegación comunista, también estuvo la presidenta de la Cámara de Diputados, Karol Cariola.
Entre los ministros no comunistas estaban Jessica López (Obras Públicas), Juan Carlos Muñoz (Transportes) y Ximena Aguilera (Salud). En representación de Cancillería estaba la subsecretaria de Relaciones Económicas Internacionales (Subrei), Claudia Sanhueza.
En todo caso, hubo parlamentarios de distintos partidos políticos. Ahí estaban los senadores José García Ruminot (RN, presidente del Senado), José Miguel Insulza (PS), Juan Ignacio Latorre (FA), Francisco Chahuán (RN), Iván Moreira (UDI) y Rojo Edwards (exrepublicano), entre otros.
La embajada china también cursó invitaciones a exautoridades. Por ejemplo, a los exembajadores de Chile ante China Fernando Reyes Matta y Luis Schmidt, o los exsenadores Juan Pablo Letelier, Carlos Ominami y Guido Girardi. Incluso reapareció la exembajadora de Chile ante el Reino Unido, removida hace un año, Susana Herrera.
El crecimiento
Con presentaciones de dragones, conjuntos musicales y un coro de niños, los anfitriones captaron la atención de los asistentes.
En su discurso, el embajador Niu habló al principio en español, pero luego dijo "no voy a torturarlos más", y cambió al mandarín. En las pantallas aparecían sus palabras traducidas al castellano, donde partió destacando la historia del Partido Comunista chino como fundador de la República Popular.
Sus primeros mensajes fueron unívocos: habló de la prosperidad económica, de los mercados y celebró en especial el libre comercio y la globalización. En ese momento, Carmona y Sepúlveda, los principales directivos del Partido Comunista, estaban lejos del escenario y de las autoridades, animados en su propia conversación y sin prestar atención a la exposición de Niu.
El diplomático, en cambio, estaba ensimismado contando la experiencia de la provincia de Qinghai. Según describió, su desarrollo "turquesa" -energía fotovoltaica, paneles azules, agricultura orgánica verde- ayudó a reducir las emisiones de carbono y dar prosperidad a los habitantes. No mencionó nada acerca de cómo consiguieron esos cambios y los permisos que se solicitaron para concretar las inversiones.
Tras el embajador expusieron la subsecretaria Sanhueza, quien venía llegando precisamente de China, y la presidenta de la Cámara, Karol Cariola (José García se había ausentado).