Esperanza en medio del malestar
Jorge Restrepo
Al fallar las reformas y las políticas de la actual administración llegarán oportunidades de corrección, con potenciales beneficios de progreso
Jorge Restrepo
Al fallar las reformas y las políticas de la actual administración llegarán oportunidades de corrección, con potenciales beneficios de progreso. La procrastinación en materia fiscal hará prioritario y urgente recuperar la estabilidad. La próxima administración encontrará tan estrecha la situación de las finanzas del gobierno que para evitar una crisis tendrá que incluir en un ajuste los regresivos subsidios a los combustibles, el gas y la energía eléctrica, sustituyéndolos por subsidios focalizados. Un recorte inicial, abandonar los programas de gasto de ‘acuerdos políticos’ será políticamente viable, como inevitable será frenar el ajuste automático de los salarios de los ‘altos funcionarios del Estado’ (incluyendo congresistas) y los ajustes por encima de la inflación a los demás funcionarios públicos. Dado el altísimo nivel de riesgo que pagamos hoy, este ajuste fiscal tendrá grandes y rápidos dividendos fiscales. Además de restricciones a los servicios, desabastecimiento de medicamentos y mayores tiempos de espera, la política de desfinanciamiento al sistema público de salud generó un ajuste forzado que podrá tener efectos positivos si hay una pronta devolución de las entidades prestadoras de salud, que hoy administra el gobierno, a sus propietarios (sector solidario, municipios y privados), condicionada a una reorganización ordenada y a sostener la oferta de servicios. El costoso fracaso de la estatización del servicio de salud a los maestros en la nómina oficial mostró que el gasto es más eficiente cuando es descentralizado en las empresas prestadoras, cuando hay libre selección de la entidad de aseguramiento, hay oferta de planes complementarios y competencia por los usuarios. Habrá espacio político para limitar las coberturas del plan básico y para mejorar las condiciones de los trabajadores de la salud y la rendición de cuentas de las prestadoras. La toma masiva de seguros privados de salud y el mayor gasto directo generó más espacio para focalizar servicios en los más pobres. Los extraordinarios aumentos al salario mínimo en los últimos 5 años con sus dañinos efectos sobre el ahorro pensional, la compresión salarial y las oportunidades laborales para las mujeres, personas con menos cualificación, jóvenes y migrantes, hacen más probable una política que supere el mecanismo ‘concertado’ de ajuste del salario mínimo. Los obstáculos del gobierno contra el desarrollo de las ciudades capitales mostraron la necesidad de crecer considerando las preferencias de los ciudadanos por la protección ambiental y por una infraestructura urbana con grandes proyectos. La oposición desde el gobierno ha conducido al fortalecimiento de las capacidades fiscales y de gestión de las ciudades y a mejorar sus políticas públicas, lo que permitirá una mayor devolución de competencias que permitan hacer realidad las opciones de desarrollo de los votantes de cada ciudad. Para hacer realidad estos potenciales beneficios de progreso, se necesita un gobierno con poder, que logre armar un equipo competente. Con advenedizos inexpertos seguiremos por el mismo rumbo que traemos, quien quiera que gane las elecciones de 2026.
Profesor de economía de la Pontificia Universidad Javeriana. X: jorgearestrepo