Domingo, 20 de Julio de 2025

¿Obligados a cantar el himno?

PerúEl Comercio, Perú 19 de julio de 2025

Por Fundador de Comité y cofundador de Recambio

Causó revuelo esta semana el planteamiento del Ministerio de Defensa (Mindef), formulado en una propuesta de nuevo reglamento, de obligar a los medios de comunicación radiales, televisivos o incluso de ?streaming? si tienen una señal continua a transmitir el himno nacional dos veces al día

Por Fundador de Comité y cofundador de Recambio



Causó revuelo esta semana el planteamiento del Ministerio de Defensa (Mindef), formulado en una propuesta de nuevo reglamento, de obligar a los medios de comunicación radiales, televisivos o incluso de ?streaming? si tienen una señal continua a transmitir el himno nacional dos veces al día. Hay un ángulo de este debate relacionado a si supone esto o no una intromisión en la libertad de prensa, pero quisiera abordar hoy la discusión más amplia que se ha estado dando también sobre el sentido y los alcances del patriotismo.





En el Perú, quien ejerce el rol de guardián de los símbolos patrios ?el himno nacional entre ellos? es precisamente el Mindef. Conversando sobre esto con personas cercanas a las Fuerzas Armadas, me explicaron que, desde una lógica militar, cualquier país que requiera defenderse de una amenaza externa necesita ciudadanos tan cohesionados en torno a la preservación de la patria que estén dispuestos a dar su vida por ella. De ahí infieren que hay razones de seguridad nacional para exaltar el patriotismo y por ende queda en responsabilidad de la cartera de Defensa ocuparse de ello.





No dudo que reforzar el patriotismo tiene implicaciones relevantes en materia de seguridad externa, pero es obvio para mí que la gestión de los símbolos patrios y otros elementos de la identidad nacional debería trascender la agenda y los intereses del Mindef.





Como explica el historiador Yuval Harari, los países se construyen sobre relatos compartidos porque, en esencia, son ficciones a las que les asignamos valor simbólico. La casualidad podría habernos hecho nacer del lado de acá o del lado de allá de la frontera, pero elegimos sentirnos parte de una nación porque conectamos emocionalmente con un relato que tiene héroes, historia, cultura, paisajes, gastronomía o incluso hazañas deportivas de las que queremos sentirnos parte.





Pero incluso entre quienes se adhieren a un mismo relato siempre existirán diversidad, discrepancia y conflicto. Las sociedades gestionan esto con estructuras complejas como el sistema político o el sistema de justicia, pero todos funcionan en la medida en que haya niveles mínimos de confianza interpersonal y valores compartidos. Y esto se construye con rituales que van desde el saludo cotidiano en respeto a la dignidad del otro, hasta la entonación de un himno o el embanderamiento de nuestras casas, siendo lo primero ?en mi opinión? más importante que lo segundo.





Ahora bien, estos rituales que, bien utilizados, alimentan la cohesión social pueden desnaturalizarse para que sirvan como herramientas de control o proscripción de la disidencia. No es casual que, a medida que algunos países se sumergen en el autoritarismo, lo hacen precisamente exaltando el patriotismo, convirtiéndolo en una suerte de nativismo xenofóbico. Por eso a mí me preocupa cuando la identidad nacional es gestionada desde una mirada castrense muy dada a separar el mundo entre amigos y enemigos, cuando el único patriotismo que yo celebro es el que no demanda despreciar lo ajeno para celebrar lo propio.





Aun cuando en las Fuerzas Armadas el valor de la disciplina puede justificar la exaltación del patriotismo, lo que uno espera que pase con el ciudadano promedio es que su amor por el país sea el resultado de una convicción, no de una imposición o de una sobredosis de rituales. Y que tampoco sea un amor ciego, sino uno que permita criticar a su país o a su identidad nacional sin que eso sea automáticamente tachado de ?traición a la patria?.





Lo peor que puede hacer un país que está inseguro respecto de su patriotismo es pretender forzarlo. Tenemos que enamorarnos de nuestro país todos los días, no porque nos hagan cantar un himno, sino porque nos sentimos orgullosos de lo que vemos.

La Nación Argentina O Globo Brasil El Mercurio Chile
El Tiempo Colombia La Nación Costa Rica La Prensa Gráfica El Salvador
El Universal México El Comercio Perú El Nuevo Dia Puerto Rico
Listin Diario República
Dominicana
El País Uruguay El Nacional Venezuela