La medida funcionó

Informan las autoridades de Bogotá que durante el pasado Halloween, o día de las brujas, la capital registró una reducción del 43 % en el número de muertes en incidentes viales en comparación con lo sucedido en el año 2024. Esto significa que tres vidas se salvaron durante dicha jornada, al tiempo que se evitaron 117 heridos en el mismo lapso, de acuerdo con las autoridades. Lo llamativo de estos indicadores es que se dieron durante la restricción que aplicó la ciudad a las motocicletas entre la noche del sábado y la madrugada del domingo pasado. Una disposición que generó protestas y bloqueos en diferentes vías y que afectó mayoritariamente a los usuarios de transporte público. La reducción de víctimas mortales en siniestros viales durante el puente, a excepción del lamentable accidente en la avenida Mutis, que costó dos vidas, quiere decir que, de alguna manera, el gobierno tenía razón. La fiesta del Halloween se había convertido en una jornada en la que se confundía la fiesta con el desorden, el consumo de alcohol y las caravanas en motos que ponían en peligro la integridad de las personas. En esta oportunidad, los siniestros bajaron casi un 40 %. En los años anteriores, el número de muertes por estas mismas fechas superó las 15, y el 80 % de ellas tenían como protagonista la moto. Y aunque la restricción del parrillero y el desplazamiento por ciertas vías generó malestar y críticas, los hechos demuestran que la estrategia de anteponer la protección de la vida dio resultados. Es cierto que aplicar mano dura, como se hizo, puede afectar a quienes viven de la moto y a quienes, siendo moteros, rechazan los abusos de sus afiliados. Pero a los datos hay que creerles, y estos evidencian un deterioro de la situación que hay que atender con prontitud. Valga lo sucedido en esta ocasión para que en el futuro el consenso y los acuerdos sean los que primen a la hora de garantizar que jornadas de este tipo no se traduzcan en tragedias.