Miércoles, 12 de Noviembre de 2025

Costo de la crisis

ColombiaEl Tiempo, Colombia 12 de noviembre de 2025


Jesús Antonio Vargas Orozco
Colombia enfrenta una coyuntura externa compleja, agravada por la reciente crisis diplomática con EE


Jesús Antonio Vargas Orozco
Colombia enfrenta una coyuntura externa compleja, agravada por la reciente crisis diplomática con EE. UU., su principal socio comercial y estratégico. Las declaraciones oficiales en ambos sentidos tensaron la relación bilateral, y activaron alertas sobre eventuales consecuencias económicas de corto y mediano plazo. Las cifras reflejan la magnitud de esta relación: EE. UU. absorbió 28,5% de las exportaciones colombianas en 2024, según el Dane; representa 22% de la inversión extranjera directa (IED) y canaliza más de US$ 400 millones anuales en cooperación, principalmente a través de la Usaid. Una interrupción parcial de estos flujos podría comprometer el financiamiento de programas rurales, de seguridad y de desarrollo institucional. Como señala un informe reciente de Fedesarrollo, "la ayuda de EE. UU. no solo es financiera, sino que articula capacidades del Estado en zonas de alta conflictividad". El comercio exterior también está en riesgo. Aunque el TLC bilateral permanece vigente, voces en el Congreso de EE. UU. han sugerido condicionar beneficios arancelarios si persisten los desencuentros políticos. Una caída del 10% en las exportaciones a ese país (que totalizaron US$14.200 millones en 2024) representaría una pérdida de casi US$1.400 millones. Juan Camilo Ramos, vicepresidente de Analdex, advierte: "Las señales diplomáticas tienen efectos inmediatos sobre las decisiones logísticas, contractuales y de confianza en el comercio". En materia de inversión, empresas estadounidenses en sectores como energía, tecnología y servicios podrían postergar decisiones ante un entorno incierto. AmCham ha reiterado su preocupación por el "deterioro del clima de negocios". Más allá de la coyuntura, la crisis revela una vulnerabilidad estructural: la excesiva dependencia de un solo socio comercial. A pesar del discurso oficial sobre diversificación, la canasta exportadora sigue siendo poco sofisticada y concentrada. Según un análisis de la Cepal, más del 70% de las exportaciones colombianas se basan en productos primarios o de baja elaboración. Esta realidad limita la capacidad de respuesta ante choques externos y acentúa la necesidad de una agenda industrial de mediano plazo. Frente a este panorama, se impone una estrategia de contención y reforma. En el corto plazo, es necesario reactivar el diálogo diplomático, blindar los acuerdos comerciales y evitar una escalada pública del conflicto. A mediano plazo, Colombia debe fortalecer su diplomacia económica, invertir en bienes con mayor valor agregado y abrir mercados en Asia, Europa y América Latina. Además, es imperativo robustecer las agencias de promoción de comercio y atraer inversión extranjera mediante un marco regulatorio predecible y estable. La economía colombiana no está en condiciones de asumir un distanciamiento con Estados Unidos sin consecuencias.
Consultor empresarial/ jesusvargas.orozco@gmail.com
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