Adultos mayores modifican sus rutinas por temor a ser blanco fácil de la delincuencia
Estudio releva importancia que tiene la caminata para el envejecimiento activo, por lo que se hace necesario mejorar los entornos para reforzar las percepciones de protección.
Un fenómeno global impacta a Chile: la fuerte caída en el número de nacimientos y, en paralelo, la rapidez con la que envejece su población.
Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), entre enero y agosto, la natalidad experimentó una caída de 6,5% respecto de 2024, profundizando una tendencia de baja sostenida que ya tiene al país entre los más envejecidos de la región.
De hecho, según el Censo 2024, un 14% de quienes habitaban el país tenía 65 años o más, frente al 6,6% que había en 1992.
Este escenario demográfico se cruza con los hallazgos de un análisis hecho por el Centro de Desarrollo Urbano Sustentable (Cedeus) de la UC -"Inseguridad percibida y personas mayores: impactos en la caminata"- que destaca la urgencia de políticas que permitan a los adultos mayores permanecer activos si así lo desean, y que fomenten ciudades y entornos accesibles.
Un punto central, indica, es que para la población mayor, la caminata es una alternativa significativa para movilizarse por beneficios "principalmente a nivel físico, ya que al mantenerse activos se reduce el riesgo de enfermedades y la pérdida de funciones, contribuyendo así a prolongar su autonomía".
Eso sí, que la caminata funcione no depende solo de que "exista una amplia oferta de equipamientos y servicios, ni que se encuentren a una distancia adecuada, sino que también, de la calidad de los espacios".
"A pesar de la limitada exposición a situaciones consideradas como peligrosas, la inseguridad percibida hace que las personas mayores adopten prácticas preventivas para evitar exponerse a coyunturas, espacios y comportamientos que consideran riesgosos", advierte.
En esa línea, indica que "la mayoría de los participantes menciona haber modificado sus rutinas y horarios, por ejemplo, evitando salir de noche o prefiriendo no caminar solos".
Giovanni Vecchio, investigador del Cedeus UC y uno de los autores, comenta que "el desafío más importante tiene que ver no solo con tener ciudades donde las personas se puedan mover de manera segura, sin correr el riesgo de caer o de ser víctima de un siniestro vial, sino también donde estén protegidas frente a condiciones climáticas muchas veces extremas".
Añade que, "sin duda, hablamos también de pasos seguros en los que la persona pueda moverse sin percibir el peligro de ser víctima de algún crimen en diferentes horarios y momentos del día".
Cambios a realizar
Para Neftalí Carabantes, director del Centro de Estudios en Seguridad de la U. Central, "es clave realizar mejoras en el entorno físico de cada barrio, pues un espacio bien diseñado reduce sin lugar a dudas las oportunidades de perpetrar un delito y aumenta a su vez la percepción de seguridad. Por ello resulta esencial tener una buena iluminación peatonal, sobre todo en calles, pasajes, paraderos y accesos a viviendas".
"También es muy importante tener puntos de descanso seguro, invertir en cámaras comunitarias con monitoreo municipal y también de carabineros", detalla y agrega que "se deben efectuar capacitaciones para adultos mayores en juntas de vecinos sobre prevención, autocuidado, estafas y cómo actuar en caso de una emergencia".
PoblaciónUn 14% de quienes viven en Chile, actualmente, tiene 65 años o más.