Donan valiosas cartas inéditas de la familia de José Miguel Carrera

Todo indicaría que ya no quedan en manos privadas cartas de José Miguel Carrera. El ingente trabajo realizado por Armando Moreno Martín, bajo el alero de la Sociedad Chilena de Historia y Geografía, culminó luego de décadas de acopio y análisis, con la compilación, en 36 tomos, de todo el material epistolar hallado, amén de numerosos otros documentos de su gestión pública. Los originales de esas cartas permanecen en diversos archivos públicos.
Hoy, el Instituto de Investigaciones Históricas José Miguel Carrera, que dirige la conservadora y difusora del legado del prócer, Ana María Ried Undurraga, anuncia la recepción de una importante donación de cartas de la familia Carrera. "Se trata de más de 50 cartas, las que en su mayoría son dirigidas a doña Rosa Carrera Fontecilla. Esta hija del ilustre prócer, había nacido en Buenos Aires en 1818 durante el exilio de su padre, y se casó en Santiago el año 1833 con Ambrosio Aldunate y Carvajal de quien tuvo 5 hijos. La correspondencia con sus hijos Aldunate Carrera es variada, mucha de ella es fechada en Lima donde al parecer tenían intereses. Fue uno de sus descendientes, don Eduardo Viollier Waugh, quien generosamente nos trajo este fajo de cartas que se conservaba en su familia para que nuestro Instituto dispusiera de ellas y les diera el mejor destino posible", afirma Ana María Ried.
La fecha en que se celebra la figura de Carrera es el 15 de octubre, día de su natalicio. Este año habrá una ceremonia en Llolleo, donde se erigirá un nuevo monumento en su recuerdo, pero Ried prefiere recordarlo el 4 de septiembre, fecha de gran simbolismo para ella. Ese día, en 1811, Carrera da el golpe militar que lo deja con el mando total del gobierno independentista, y diez años más tarde, el 4 de septiembre de 1821, es fusilado en Mendoza.
Descendiente de Carrera, Ried dirige la revista digital La Nueva Aurora de Chile, que difunde las novedades historiográficas que desarrolla el Instituto, fundado en 1948. Ried afirma haber iniciado las gestiones para trasladar la estatua ecuestre de Carrera al Barrio Cívico y situarla junto a la de O'Higgins, proceso que se concretó en 2010. Con ello, la vieja disputa entre carreristas y o'higginistas, que marcó durante varias décadas la vida de sus familiares, adeptos e historiadores, sobre el protagonismo de ambos en la Independencia, habría terminado. "Hoy, el Museo Militar lo trata mejor" afirma Ried. "Hay objetos de él, su vestimenta y otras pocas cosas. El Ejército ayuda, aunque no lo celebra en ninguna fecha".
El estado en que se encuentran las cartas donadas reflejan el paso del tiempo transcurrido, están resquebrajadas, algunas desteñidas pero en general todas legibles.
Auténticos tesoros
Ried comenta que "es tanta la información que contienen que significarán un enorme trabajo de clasificación y quedarán como documentos de la época. Por eso, hemos conversado con el director de la Biblioteca Nacional, Pedro Pablo Zegers, y el historiador Rafael Sagrado para la entrega y conservación de este verdadero tesoro histórico a esa institución".
Al comenzar a revisarlas, nos encontramos con un tesoro, describe Ried; varias eran de don Benjamín Vicuña Mackenna relatando los últimos días en Lima del exiliado, hijo del prócer, José Miguel Carrera Fontecilla, contando en ellas la evolución de su mortal enfermedad hasta su muerte. Allí Vicuña Mackenna expresó a doña Rosa Carrera y a la viuda doña Emilia Pinto su voluntad de apoyar a los ocho pequeños Carrera Pinto que quedaban desvalidos sin su padre. Podemos agregar que ayudó especialmente al héroe Ignacio Carrera Pinto llevándolo como colaborador de él a la Intendencia de Santiago.
Entre las muchas curiosidades hay numerosas cartas de los historiadores Amunátegui, que con gran cordialidad se comunican con doña Rosa para pedirle datos de su ilustre padre y le expresan la gran admiración que sentían por ella, según comenta Ried.
También hay correspondencia de los hermanos Benavente: de Diego José, casado con la esposa de Carrera, Mercedes Fontecilla, cuando ella quedó viuda, quien escribe desde Lima, donde había ido a arreglar algunos negocios. "Encontramos cariñosas misivas de doña Mercedes Fontecilla de Carrera a sus hijas dirigiéndose a ellas con simpáticos sobrenombres y una peculiar ortografía".
"Hay varias cartas de doña Javiera que, aunque en su ancianidad, conserva una maravillosa caligrafía y la elegancia de siempre en sus expresiones, muchas de ellas contando su vida cotidiana en el fundo San Miguel de El Monte".
Por último, doña Emilia Pinto, esposa de José Miguel Carrera Fontecilla, cuenta sabrosos detalles de la revolución de 1851 en la que este participaba junto a su amigo Benjamín Vicuña Mackenna, agrega Ried.
La casa de Peñaflor
Ried encontró en la donación cartas a doña Rosa Carrera que van dirigidas a Peñaflor, donde tenía su quinta y donde acogió a Ignacio Carrera Pinto en su juventud, según cuenta Vicuña Mackenna.
"Esta casa con su parque y su fuente fue vendida al Serviu y lamentamos que el Consejo de Monumentos Nacionales en el año 2012 y después de numerosas gestiones de este Instituto le negó el carácter de patrimonio histórico aduciendo que era solo 'la casa de un latifundista'. Hoy podemos observar con pena su centenario parque con palmas chilenas, araucarias y magnolios secándose bajo toneladas de basura acumulada, su hermosa fuente saqueada y algunos restos de los frescos exteriores", dice.