Viernes, 26 de Abril de 2024

"Castigo a Dios" no está mal, pero su texto merece otra chance

ChileEl Mercurio, Chile 17 de octubre de 2018

Un exponente más de ese tipo de ficción teatral que hace tiempo gusta a las últimas generaciones de creadores y espectadores, "Castigo a Dios" -otra historia sacada de la crónica roja escenificada para extraer de ella más de una conclusión- despierta interés aunque de modo intermitente; mejor aún, provee abundantes cuestiones en qué reflexionar

Un exponente más de ese tipo de ficción teatral que hace tiempo gusta a las últimas generaciones de creadores y espectadores, "Castigo a Dios" -otra historia sacada de la crónica roja escenificada para extraer de ella más de una conclusión- despierta interés aunque de modo intermitente; mejor aún, provee abundantes cuestiones en qué reflexionar. Su texto, leído tras ver el montaje, deja la impresión de que las imágenes que sugiere contienen posibilidades bien distintas y más ricas que lo que se apreció sobre el escenario.
Es una nueva propuesta de la dupla formada por el dramaturgo Gerardo Oettinger y el director Camilo Carmona, ambos responsables de "Al volcán" y "Fortimbrás", jóvenes talentos muy productivos además por separado en la última década. La obra evoca el caso que causó conmoción pública en 2009 cuando una muchacha puntarenense, tras dar a luz en el baño de su modesta casa, arrojó a su guagua a las gélidas aguas del Estrecho de Magallanes envuelta en una bolsa plástica (un testigo pudo rescatar al recién nacido).
Ocurre en una suerte de pieza de confinamiento en un hospital austral donde en una camilla se encuentra la presunta infanticida, al principio aún inconsciente y en estado de shock , custodiada por una gendarme y asistida por una enfermera. La visitan luego su madre y su abogada defensora. Los diálogos entre ellas permiten clarificar lo que pasó, bastante confuso primero, y revelar después un sobrecogedor trasfondo, para empezar, de abuso sexual e incesto. Es, por cierto, teatro femenino, y cada uno de los personajes tiene su momento para plantear otros dolores, y configurar la desmedrada situación de la mujer dentro de una comunidad patriarcal y el subdesarrollo y, a fin de cuentas, la solidaridad de género. Otro mérito de Oettinger es la atención que presta a los modos del habla popular y las costumbres del lugar.
El dispar atractivo con que fluye el relato se debe atribuir a que su director descuida la homogeneidad de estilo en las actuaciones. Es notorio que la madre -una sólida Francisca Gavilán- y la hija son personajes realistas, en tanto los otros tres roles resultan más bien estereotipos caricaturescos que quieren bordear la comedia. La enfermera luce fuera del contexto socioeconómico, y la abogada, llena de tics, viste incomprensiblemente de terno, camisa y corbata. Peor es que Carmona se equivoca en sobreponer al texto, que su autor clasifica de tragedia, una teatralidad con marcado sello de thriller . Ideas como la de los personajes espiando desde la oscuridad, las luces de fuentes indirectas y la música que sugiere una constante atmósfera de inquietud y amenaza, no hacen más que borronear la verdad y dolida humanidad de esta denuncia de las aberraciones a que conduce el abandono, la exclusión y la pobreza extrema. Está claro que "Castigo a Dios" merece una segunda oportunidad.
Taller Siglo XX. Jueves a sábado a las 21:00 horas. Hasta el 27 de octubre.
La Nación Argentina O Globo Brasil El Mercurio Chile
El Tiempo Colombia La Nación Costa Rica La Prensa Gráfica El Salvador
El Universal México El Comercio Perú El Nuevo Dia Puerto Rico
Listin Diario República
Dominicana
El País Uruguay El Nacional Venezuela